El juez Liaño interroga al general Galindo sobre el uso de identidades falsas

El general de la Gruardia Civil Enrique Rodríguez Galindo declaró ayer por espacio de una hora en el juzgado de Javier Gómez de Liaño, quien le interrogó sobre las supuestas identidades falsas utilizadas por el militar, según fuentes de la Audiencia Nacional. Aunque Rodríguez Galindo se acogió de entrada a su derecho constitucional a no declarar, acabó respondiendo a la mayor parte de las preguntas que le formularon el juez y el fiscal. Gómez de Liaño está indagando si pudo haberse enriquecido ilícitamente usando identidades falsas.

Enrique Rodríguez Galindo, procesado y en libertad sin fianza por su presunta implicación en el caso Lasa-Zabala, llegó a las 9.30 de la mañana a la Audiencia. Nacional, pero hubo de esperar en la comisaría del edificio a que lo hiciera el fiscal Jesús Santos, por lo que el interrogatorio dio comienzo hacia las 10.15. Al mismo sólo asistieron éste y el abogado del general, Jorge Argote, dado que el sumarlo sigue declarado secreto.Durante la sesión, que se prolongó por espacio de una hora, el militar se acogió en algunas ocasiones a su derecho a no declarar. La mayor parte de las preguntas tendieron a averiguar las identidades falsas que pudiera haber utilizado como jefe del cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo (San Sebastián), ya que Gómez de Liaño busca supuestos patrimonios que puedan ocultarse bajo las mismas.

La Dirección General de Policía ya explicó al juez que el general contaba con una identidad "de seguridad" facilitada por el Ministerio del Interior y legalmente registrada. Este tipo de identidades se otorgan por motivos de seguridad a personas cuyos verdaderos nombres y direcciones han trascendido y pueden suponerles un peligro. De hecho, algunos jueces de la Audiencia Nacional usan nombres falsos en sus desplazamientos.

El abogado Jorge Argote dijo ayer a Europa Press que la vida de su cliente, así como la de su familia, "correrá peligro cuando se haga pública la doble identidad legal que tenía", lo que resultará inevitable; pues "es el destino de todo el sumario". Argote aseguró que ni el juez ni el fiscal pidieron a Galindo aclaraciones sobre su patrimonio, "ya que es uno de los más investigados y cristalinos de España".

Al término de la declaración, Argote, visiblemente irritado, apartó a manotazos a un cámara y a otros informadores. El general Galindo no quiso hacer manifestaciones, pero pidió "perdón" por la actitud de su defensor.

El instructor del caso Lasa-Zabala también tomó declaración, en calidad de testigo, al ex guardia civil José María Velázquez Soriano, quien en 1986 aseguró a la revista Interviú que había formado parte de un comando de los GAL, luego se desdijo de dichas manifestaciones ante un juez y el pasado 7 de mayo volvió a la versión inicial durante un interrogatorio al que le sometió Baltasar Garzón.

Velázquez Soriano, según su abogado, Isidoro Sánchez, no implicó "absolutamente a nadie" con su testimonio y fue llamado por el juez para contrastar "datos concretos" ofrecidos por otros testigos o imputados.