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El Gobierno francés llevará a los tribunales al anterior presidente del Credit Lyonnais

Jean-Yves Haberer, presidente y director general del banco público Crédit Lyonnais (CL) entre 1988 y 1993, será procesado por "falta de control de las filiales" y, probablemente, por "presentar un balance falso". Ese es, en síntesis, el sentido de la iniciativa del actual ministro francés de Ecoomía, Jean Arthuis, que ha pedido al mistro de Justicia que "proceda a querellarse" contra los antiguos dirigentes del banco. Arthuis no nombra a Haberer, pero todas sus acusaciones convergen en el antiguo directivo y, en cierta manera, en el actual gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet, cuya recién estrenada independencia irrita la tradición estatalista del gaullista Chirac.

La iniciativa de Jean Arthuis responde al descubrimiento de nuevos datos relativos a una filial "cuyas cuentas en 1991, 1992 y 1993 no transmiten una imagen fiel de su realidad". La filial en cuestión es Altus Finance, que presidía el propio Haberer, y que aparece mezcla-, da en varias de las operaciones más ruinosas del CL. Haberer aceptó en algunos casos operaciones que respondían a necesídades económico-sociales, como la participación en el capital de Aerospatiale o Usinor,pero en otras actuó según conveniencias estrictamente políticas, como es el caso del respaldo de una filial del CL a Bernard Tapie.Puede que Arthuis, al atacar a Haberer, quiera desestabilizar en realidad a Jean-Claude Trichet, actual gobernador del Banco de Francia, en la época director del Tesoro y, como tal, responsable del control del Estado sobre el CL. Trichet, en 1995, ya se defendió alegando que fue él quien, en 1991, primero pidió que se analizaran mejor "los importantes riesgos" asumidos por el CL. El presidente Jacques Chirac, que ha criticado en público a Trichet por no acelerar la bajada de los tipos de interés, también reprochó hace menos de un mes al Banco de Francia y al Tesoro el no haber "sabido ejercer el control", ni "garantizar una gestión más seria del patrimonio del Estado".

El CL ha sido ya objeto de dos planes -1994 y 1995- de reflotación pero su actual presidente, Jean Peyrelevade, reclama poder separarse de activos dudosos y del pasivo que sirvió para financiarlos, endosando este último al Estado, única manera, según él, de que el CL pueda tener beneficios de nuevo y poner en marcha su plan social. Bruselas y la competencia, que ya aceptaron a regañadientes anteriores inyecciones de dinero público, verán sin duda con malos ojos que el CL se "libere" de los 100.000 millones de francos (2,5 billones de pesetas.) en que está cifrado dicho pasivo.

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