Yeltsin deja el sanatorio y vuelve a su despacho en el Kremlin

El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, cuya salud se resintió de la agitada campaña electoral, regresó ayer a su despacho en el Kremlin tras pasar varias semanas de descanso en el sanatorio de Barvija, en las afueras de Moscú. Yeltsin, que no ha participado en ningún acto público desde fines de junio, pero que ha recibido visitas en el sanatorio, jurará su cargo el próximo 9 de agosto en una polémica ceremonia, cuyos detalles, a juzgar por las descripciones de los organizadores, no habían sido ultimados aún ayer y parecen estar relacionados con el estado físico del presidente.A tenor de las informaciones disponibles, el evento durará media hora y prescindirá de la cantata en honor del jefe del Estado. La agencia Interfax indica que la ceremonia, en lugar de ser al aire libre, como estaba planeado, podría celebrarse en uno de los palacios del Kremlin, ante la posibilidad de lluvias.

Yeltsin, que llegó ayer al Kremlin a las once de la mañana, se entrevistó con el primer ministro, Víktor Chernomirdin; con el secretario del Consejo de Seguridad, Alexandr Lébed, y con el jefe de la Administración, Anatoli Chubáis. El agravamiento de la situación en Chechenia fue uno de los temas tratados con Chernomirdin.

Una explosión de causa no aclarada se registró en Moscú poco antes de las nueve de la mañana en un punto cercano al trayecto habitual que realiza el primer ministro al dirigirse desde su casa al Kremlin. La explosión ocurrió en las cercanías de un puente, a dos kilómetros del lugar por donde circulaba el coche de Chernomirdin. Las hipótesis sobre las causas eran diversas e iban desde una acumulación de gas hasta un intento desestabilizador.