Ofensiva sorpresa de la guerrilla contra las tres ciudades mas importantes de Chechenia

El ataque que la guerrilla independentista lanzó ayer contra Grozni, Gudermés y Argún, las tres ciudades más importantes de Chechenia, tomó por sorpresa a las fuerzas federales rusas y al Gobierno pro ruso de Grozni. Éstos han perdido cerca de 30 hombres en los combates de ayer y más de cien han resultado heridos. Los guerrilleros entraron en la capital chechena al mando de Shamil Basáiev -quien se hizo famoso en el verano del año pasado cuando tomó la ciudad rusa de Budiónnovsk-, en respuesta a la última ofensiva de las tropas del Kremlin, que se han adentrado en la región sur de la república chechena y han procedido al bombardeo de aldeas y destruido bases de los rebeldes.

El ataque es una bofetada a los militares rusos, que después de las últimas operaciones de las fuerzas federales afirmaban que los guerrilleros estaban aplastados y que ya eran incapaces de realizar "acciones serias". Aslán Masjádov, jefe de los guerrilleros, declaró que el ataque cuenta con la aprobación de Zelimján Yandarbíev, el líder independentista, y está encabezado por Basáiev. "Las acciones en Grozni persiguen un solo objetivo: demostrar que la guerra en Chechenia no ha terminado aún", dijo Masjádov.Los separatistas afirman haber derribado cuatro helicópteros y destruido una decena de blindados en los combates, pero los rusos reconocían ayer sólo la pérdida de dos blindados. El mando independentista considera que los combatientes de Basáiev "cumplieron la tarea" que se les había encomendado.

El ataque guerrillero comenzó al amanecer, cuando un grupo separatista entró en Grozni y avanzó por la zona del mercado central, mientras otro lo hacía por la vía férrea en dirección a la estación. En la operación, según los rusos, participaron entre 500 y 600 independentistas.

Una hora después de comenzado el ataque, en el cielo de la capital chechena aparecieron los helicópteros de combate rusos, que desde gran altura disparaban misiles teledirigidos contra las posiciones de los guerrilleros en pleno centro de Grozni.

A pesar de que los rebeldes continúan en la capital chechena, Anatoli Kvashnín, comandante del Distrito Militar del Cáucaso del Norte, declaró que las fuerzas federales controlan la situación tanto en Grozni como en Chechenia. Sin embargo, los separatistas dicen controlar cuatro comisarías, además de las ciudades de Argún y Gudermés.

Kvashnín reconoció que uno de los objetivos del ataque guerrillero es político: "De nuevo tratan de demostrar que representan una fuerza real y llamar la atención de la opinión pública mundial y rusa en vísperas de la toma de posesión del presidente [Yeltsin]". El viceministro del Interior del Gobierno promoscovita de Chechenia, Yuri Pluguin, considera que se necesitarán varios días para expulsar a los guerrilleros de Grozni.

Los rebeldes afirman que en un principio el ataque estaba planeado para el sábado pasado, pero que postergaron la operación en vista de la llegada a Grozni de Viacheslav Mijáilov, ministro para las Nacionalidades y jefe de la delegación rusa en las negociaciones con los independentistas, y Serguéi Stepashin, secretario de la Comisión Gubernamental para solucionar el conflicto checheno. Ambos debían haber regresado ya a Moscú, según los separatistas. Los altos funcionarios rusos no lograron entrar en contacto con los dirigentes rebeldes.

Stepashin, por su parte, anunció oficialmente ayer a Tim Guldimann -el jefe de la misión de la OSCE en Grozni que hace de mediador en el conflicto- que la delegación federal no considera conveniente continuar las negociaciones con los líderes separatistas, Yandarbíev y Masjádov. Stepashin, ex jefe del Servicio Federal de Seguridad, dijo que el Kremlin "cambiaría los acentos políticos" y que establecería contactos con otros políticos opositores al Gobierno prorruso de Grozni con el fin de tratar de encontrar una solución al problema checheno.