Turismo

Recientemente he viajado a Praga y Viena (por cierto, me han sido de gran utilidad los planos y fascículos publicados en los dominicales del periódico) y en las dos ciudades he podido observar la verdadera avalancha de turismo español que concentran esas dos ciudades, especialmente la prime-Pasa a la página siguiente

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ra de ellas, Praga. En ésta era imposible sustraerse al idioma español que sonaba por todas las calles, pues era de verdad impresionante el número de ciudadanos de nuestro país atraídos por los encantos de la capital checa, mayoritarios sin duda en el turismo que concentra actualmente Praga. Lo más sorprendente es la ignorancia de. que hacen gala las autoridades checas de nuestro idioma. En los museos, galerías, instituciones oficiales, etcétera, los carteles informativos están escritos en diferentes idiomas: checo, polaco, alemán, inglés, francés o italiano. ¿A qué esperan nuestros funcionarios diplomáticos para solicitar que se corrija esa situación? Un agravio que también se produce en Viena, aunque aquí no podría afirmar con la misma contundencia que el turismo español es mayoritario y, sin embargo, es una capital de la Comunidad Europea a la que pertenecemos. ¿Quizá no salen a las calles, ni visitan museos o monumentos nuestros agregados culturales?-