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El Ayuntamiento rectifica y permite a los infectados de sida entrar en las piscinas

Jan Martínez Ahrens

El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el PP, dio ayer marcha atrás en su decisión de prohibir a los infectados por el virus del sida (VIH) la entrada en las piscinas municipales. Para ello, el alcalde, José María Alvarez del Manzano, firmó con carácter excepcional un decreto que modifica la ordenanza municipal del 22 de diciembre de 1989 que regula las condiciones sanitarias de las piscinas municipales. Esta norma, que prohíbe el acceso a dichos recintos de personas con enfermedades infectocontagiosas o transmisibles, había sido esgrimida por el Instituto Municipal de Deportes (IMD) para impedir el acceso a la piscina municipal del polideportivo de Villa Rosa (Canillas) a Ana María Martínez Reyes, de 38 años, enferma de sida, y a su hijo de cinco años, seropositivo (infectado por el virus causante que no ha desarrollado el mal). Madre e hijo conocieron la prohibición cuando, para conseguir un carné de minusvalía y entrar gratuitamente en el recinto, declararon su afección. La negativa del organismo municipal fue tajante. Ni siquiera dejaban entrar a la mujer para acompañar a su otra hija, una niña libre de todo virus. El IMD, además, afirmaba que ningún afectado o portador podía acceder a dichos recintos debido a que el sida se trataba de una enfermedad infectocontagiosa y transmisible. La medida levantó ampollas entre los especialistas y hasta la Consejería de Sanidad la desautorizó. PASA A LA PÁGINA 3

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El contagio del virus del sida (Virus de la Inmunodeficiencia Humana, VIH) por vía acuática es imposible. El mal sólo se transmite por contacto directo de persona a persona y por medio de la sangre, el semen o el flujo vaginal. Este hecho motivó que el miércoles, al conocerse la prohibición, tanto especialistas médicos como asociaciones antisida (véase EL PAÍS de ayer) criticasen la medida. Una andanada a la que el Gobierno autónomo, también del PP, se sumó ayer mismo a través de la Consejería de Sanidad. "En relación a posibles situaciones relacionadas con la asistencia a piscinas de portadores del VIH, la Dirección General de la Salud, en sintonía con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el conocimiento científico de las vías de transmisión del VIH, considera que no existe ninguna razón para restringir el acceso de estas personas al disfrute de las instalaciones públicas del baño", afirmó la Consejería de Sanidad.Este departamento también desautorizó al Ayuntamiento, en tanto que éste, en su decisión de prohibir la entrada de enfermos, se había basado, además de en la citada ordenanza municipal, en una orden autonómica. "La orden ha de ser interpretada en el sentido de restringir el uso sólo a personas que padezcan enfermedades infectocontagiosas susceptibles de ser transmitidas por el agua o demás elementos propios de este tipo de instalaciones. Esta situación no afecta a las vías de transmisión del VIH probadas científicamente", añadió la consejería.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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