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La economía de EE UU atraviesa uno de sus mejores momentos al crecer un 4,2% en el segundo trimestre

Antonio Caño

Respaldado por la cifra de un crecimiente del 4,2% del producto interior bruto (PIB) anual en el segundo trimestre de 1996, el presidente Bill Clinton aseguró ayer que la economía de EE UU "está atravesando por su mejor momento en toda una generación". El ritmo de crecimiento anunciado ayer es el mayor en los últimos dos años más del doble que en el, trimestre anterior, lo que, unido a una baja inflación, una fuerte creación de empleo y una redución del déficit público, conforma un buen panorama de la economía y unas excelentes perspectivas electorales para Clinton.

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"Ahora tenemos más pruebas de que nuestra economía está resurgiendo y de que nuestra estrategia económica está funcionando", dijo el presidente norteamericano en una comparencia ante los periodistas, minutos después de hacerse públicos los nuevos datos económicos.El aumento del PIB anunciado ayer supera todas las previsiones de Wall Street y devuelve a este país a los meses de crecimiento acelerado de 1994. El incremento de un 3,7% en el consumo, que representa las dos terceras partes de la economía norteamericana, es una de las razones principales del ritmo de crecimiento actual.

Pero ese no fue el único dato positivo del día. El Gobierno anunció también una inflación del 1,8% anual en el segundo semestre, un 0,2%, inferior a la del semestre anterior, y una caída del número de personas que buscan empleo a niveles desconocidos desde 1987, sólo 292.000 personas. Esta última cifra, no obstante, oscila a veces de forma independiente a la marcha general de la situación económica y resulta menos representativa.

Tipos de interés

La otra cara del crecimiento suele ser la de la subida de los tipos de interés. Las cifras anunciadas ayer hicieron inmediatamente pensar que la Reserva Federal decidirá un aumento de los tipos este mismo mes con el propósito de enfriar un poco el ánimo de los consumidores y evitar la inflación.El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, considerado un halcón en la lucha contra la inflación, advirtió recientemente que la Reserva Federal actuaría con decisión ante el primer signo inflacionario. En su comparencia del mes pasado ante el Congreso, Greenspan dijo no apreciar todavía esos signos.

La Administración considera, por su parte, que, a la vista del cuadro general de la economía estadoaunidense en estos momentos, no es necesaria una subida de tipos de interés. Ese cuadro general se resume así:

Un crecimiento del PIB del 4,2%.

Diez millones de nuevos empleos creados desde que Clinton es presidente.

Una inflación del 1,8%.

Una reducción de un tercio del déficit público respecto al de hace cuatro años.

Todas las perspectivas indican que estas condiciones se mantendrán a lo largo del presente año, y que Estados Unidos iniciará 1997 en la senda del crecimiento controlado, lo que significa que Clinton tendrá buenos resultados que mostrar a sus conciudadanos en las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre.

[El alejamiento de la amenaza de subidas de tipos de interés se vio ayer también fortalecido por los datos de la encuesta mensual de la Asociación Nacional de Directores de Compras, que registró una ralentización del crecimiento económico en el pasado mes de julio frente a un fuerte acelerón en junio. Este índice, que es considerado como un barómetro de la economía norteamericana, se situó en el 50,2% en julio, frente al 54,3% de julio. Cuando esté indicador está por encima del 50% refleja expansión, mientras que cuando está por debajo de ese umbral indica retracción.

Precisamente este dato contrarrestó la cifra de crecimiento económico del segundo trimestre, al confirmar que la economía empieza a enfriarse, lo que se tradujo en un alza de la Bolsa de Nueva York].

Varios expertos opinan, sin embargo, que el Gobierno no es el único responsable del éxito, sino que éste responde a la ,combinación de la adecuada política de la Administración, por supuesto, pero también a la acción legislativa del Congreso -que ha puesto mucho énfasis en el recorte del gasto público- y a la correcta política monetaria conducida por el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan.

El Partido Republicano, que tiene mayoría en el Congreso, está empujando ahora por una reducción de impuestos, y es posible que su candidato presidencial, Bob Dole, incluya esa propuesta en su programa electoral. Pero Clinton se pronunció ayer en contra de esa iniciativa, que podría poner en peligro el ritmo actual de reducción del déficit público.

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