Telefónica cifra en 60.000 millones la inversión de cable paralizada

Las inversiones en cable paralizadas por la Compañía Telefónica han sido evaluadas en 60.000 millones de pesetas. Un portavoz de la empresa confirmó que esa cifra afecta a las previsiones realizadas para este año y para 1997. La inversión que Telefónica ya había hecho en su red de cable era superior a esa cantidad.

En definitiva, lo que se frena es el llamado plan Fotón, que estaba en ejecución para unir con cableado de fibra óptica más de un centenar de ciudades españolas.

La paralización se produce como consecuencia de muchos factores. Uno de ellos es la decisión tomada por el Gobierno de José María Aznar, vía decreto ley, para prohibir a Telefónica la operación de servicios por cable hasta dos años después de que se realice una serie de concursos destinada a comprobar si existe por lo menos otra compañía interesada en prestar esos servicios en cada una de las demarcaciones españolas. Demarcaciones que aún no están ni siquiera fijadas.

Graves consecuencias

Otro problema es la decisión del juez de primera instancia número 55 de Madrid, Angel-Vicente Illescas, tomada el 19 de junio pasado, quien requirió a Telefónica para abstenerse de utilizar sus medios en cualquier actividad que no fuera propiamente la de facilitar "el servicio público telefónico" y en concreto el de televisión por cable.El juez se pronunció en ese sentido a solicitud de Cableuropa, una empresa presidida por Eugenio Galdón -el consejero delegado de la COPE- y controlada por los bancos Santander y BCH y por la compañía estatal ENDESA. Estas entidades tienen interés en unirse al segundo operador de telecomunicaciones, formado en torno a Retevisión, que según los planes del Gobierno estará autorizado a usar las redes de Telefónica para hacerle la competencia a esta última, según el actual proyecto de reglamento del cable.

Hace sólo diez días, autoridades de la Xunta de Galicia pidieron apoyo a Telefónica para resolver el problema existente en la localidad de Arteixo con la antigua fábrica de Alcatel, cuya principal línea de producción está ligada al mercado del cable. Telefónica ha contestado que mientras no le dejen operar en cable, no puede invertir más.