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FESTEJOS

500 años de historia encarnados por gigantes y cabezudos abren las fiestas de Centro

Ser pregonero de las fiestas de Centro, que unen en 12 días de verbena continuada las de San Cayetano, San Lorenzo y la Paloma, no es moco de pavo. El honor incluye llegar a la carrera de San Francisco en calesa tirada por seis caballos enjaezados, y acompañado de la Casta y la Susana, lo que a buen seguro entusiasmará al humorista Antonio Mingote, el pregonero de este año. Es el ritual habitual. Pero este sábado habrá estreno: los protagonistas de los últimos cinco siglos de historia de la villa, encarnados por 18 gigantes y cabezudos, serán los teloneros.

Corrían los primeros días de 1967 cuando el entonces delegado de los servicios de educación del Ayuntamiento de Madrid, Antonio Aparisi, decidió encargar al maestro fallero Regino Más que crease una colección de gigantes y cabezudos. Así empezó la azarosa historia de las 18 figuras que el sábado, por primera vez en un día diferente a San Isidro, animarán las calles del distrito Centro.Medio centenar de vecinos, agrupados en un asociación para defenderlos, se esconderán bajo los armazones del Emir Mohamed V, Sancho IV, San Isidro y esposa, Carlos III e Isabel II, Goya y la Duquesa de Alba, Manolita Malasaña, Pepa la Naranjera, Luis Candelas o el Picador Melones. Cinco siglos de historia de la villa. Los protagonistas ilustres, en muñecos de cuatro metros veinte; los del pueblo, bajitos y cabezones.

Falta les hace una asociación que les defienda a tenor de su pagado. Tras un exitoso estreno el San Isidro de hace 29 años, durmieron el sueño de los justos en una nave con la única compañía de las ratas y la humedad durante dos décadas, y fueron rescatados, por casualidad, cuando un funcionario entregó a los artesanos de Artimaña Raúl y Carlos Mosquera y José García la correspondencia mantenida entre el edil y el fallero durante los meses de embarazo.

Unos meses después trabajaban, por encargo del ayuntamiento, en la restauración de los sobrevivientes y en la creación de seis nuevos compañeros. En las cartas, muy frecuentes, del edil al maestro fallero se hablaba de ocho parejas de gigantes y ocho de cabezudos, que por aquel entonces costaron 170.000 pesetas, ropajes. aparte. Sólo encontraron la mitad, y con harapos en vez de los vestidos por los que se habían pagado desde las 18.000 pesetas del traje del Emir Mohamed V a las 2.500 del más modesto de la naranjera.

La restauración del grupo costó diez. veces, más que los originales, pero a pesar de ello, después de salir a la calle durante el San Isidro de 1986, volvieron a ser recluidos. Resucitaron en 1993 y consiguieron un cómodo convenio: trabajar un solo día al año, el 15 de mayo. A partir de ahora tendrán que trabajar más; el grupo socialista primero y los vecinos después pidieron a la Junta de Centro que "los incorporase a las fiestas de la Paloma, "como una procesión cívica, para que hubiese alguna no religiosa", según explica el vocal del PSOE Eugenio Morales. "Conocerlos es amarlos; en cuanto salgan una vez, los pedirán todos los años", sentencia Mosquera, que el sábado se vestirá de mojigango para abrir paso a sus muñecos. El artesano explica cómo quisieron rematar quinientos años de historia creando un cabezudo con la imagen de Tierno Galván, a lo que el PSOE se negó.

Fiestas de Centro. 3 de agosto. A las 20.30, gigantes y cabezudos (plaza Mayor, metro Sol). A las 21.30, pregón por Antonio Mingote, en la carrera de San Francisco (metro Puerta de Toledo).

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