Toreros párvulos
Los hermanos Gómez Pérez enviaron a Las Ventas, el sábado por la noche, unos novillos de aceptable presencia que complicaron la existencia de la ilusionada terna. Mansos, tuvieron genio y dificultades, para unos párvulos toreros que precisan aprendizaje y oportunidades.
Juan Antonio Millán (aplausos; dos avisos y ovación) sacó a su manso primero de la querencia de toriles con pases por bajo, y le buscó las vueltas detrás de su huidiza estampa. En su segundo desgranó pases de fino trazo y maneras salerosas. Dio naturales aceptables y ayudados por bajo y por alto que tuvieron usía. Pero alargó en exceso la faena y se eternizó a la hora de matar.
Joselete (ovación y silencio) se las vio con dos pegajosas reses y derrochó entusiasmo. Recibió a sus novillos con faroles de rodillas. Banderilleó a su primero, y en los trasteos puso todo de su parte, variedad y coraje, ante dos complicados oponentes que no le dieron facilidades.
José Gómez (aviso y palmas; aviso y ovación) luce un corte de torero clásico. Con el capote toreó bien y llegó a darle verónicas muy templadas a su primero. Le tocaron dos, pegajosos y muy revoltosos novillos, a los que aplicó un trasteo entonado, aguerrido y de mano baja. Sufrió un par de volteretas y dejó un buen sabor en el paladar del aficionado.