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Incertidumbres en torno al cable

El Gobierno protege al segundo operador frente a Telefónica y otros aspirantes

La decisión del Gobierno de crear cuanto antes el segundo operador de telecomunicaciones y consolidar así un duopolio, antes de liberalizar por completo el teléfono, se ha visto teñida de confusión en cuanto a la fecha en que los operadores de cable podrán ofrecer servicios telefónicos.

El ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, anunció el martes que la liberalización completa del teléfono no se producirá hasta finales de 1999, pero sí se permitirá a Retevisión ofrecer telefonía básica a partir de 1997. A su vez, el reglamento del cable preparado por el Gobierno permite a los cableoperadores ofrecer televisión, pero no telefonía, hasta prácticamente el año 2000, fecha en la que España hará efectiva la liberalización de acuerdo con el calendario anunciado por Arias.

¿Esto quiere decir que telefonía y televisión por cable van a ser dos mercados muy diferenciados hasta el año 2000? En sectores políticos, empresariales y profesionales consultados por este periódico no hay una respuesta clara. De los planes esbozados por el Ejecutivo parece deducirse que la Compañía Telefónica y Retevisión son las únicas autorizadas a dar telefonía hasta el 2000; y que los operadores de cable habrán de conformarse con la televisión y el servicio de vídeo bajo demanda. La conjunción de uno y otro negocios sólo podría producirse a partir del 2000.

Los operadores de cable estarán constituidos en el año 1997, según el calendario expuesto por el ministro de Fomento. Si se confirma la imposibilidad de acceder al mercado telefónico, muchos expertos creen que los inversores no considerarán atractivo implicarse en el mercado del cable.

PSOE y CiU

Desde el punto de vista de la oposición al Gobierno se aprecian serias objeciones a los planes y al calendario marcado. El diputado socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, ex ministro de la Presidencia, junto con Genaro García Arreciado, portavoz de comunicaciones en su grupo parlamentario, dijeron ayer que van a proponer a los demás partidos una modificación legal para que los operadores puedan dar telefonía básica desde el principio, o por lo menos desde el 1 de enero de 1998.A su vez, el Grupo Socialista ha anunciado que presentará en septiembre un texto alternativo al decreto ley sobre liberalización de telecomunicaciones, que en la actualidad se está tramitando como ley. Se pretende con ello cambiar, entre otras cosas, la composición y funciones de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones.

Rubalcaba muestra por otra parte su perplejidad porque el Gobierno quiera sacar los reglamentos del cable, de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones y otros antes de diciembre, que es la fecha prevista para que se apruebe la ley de liberalización de telecomunicaciones promovida por el Gobierno actual. "Legalmente puede hacerlo, pero políticamente es insostenible, porque pueden introducirse todavía muchas enmiendas", dice.

CiU tiene previsto enmendar el apartado en el que se dan por buenas las redes y concursos de cable posteriores a la ley de 1995.

Estrategia de Telefónica

La estrategia de la Compañía Telefónica también se ve afectada por los planes esbozados por el Gobierno. Ya no es sólo por los 24 meses de prohibición de operar en televisión por cable que el Gobierno actual ha establecido para Telefónica, frente a los nueve meses que habían fijado el PSOE y CiU cuando trabajaban conjuntamente en la anterior legislatura. Directivos de la compañía creen que se utiliza a esta empresa como "moneda de cambio para intentar extender la liberalización más allá de l998", según un análisis interno de Telefónica.Y todo ello porque el Gobierno pretende proteger al segundo operador, que desea constituir a partir de la privatización de Retevisión como alternativa a la Compañía Telefónica.

El propio presidente de Telefónica, Juan Villalonga -una persona de la confianza de José María Aznar- anunció el miércoles pasado que la compañía no invertirá más en el cable si no se clarifican "cuanto antes" las reglas del juego en este sector.

Para Villalonga, si Telefónica no puede utilizar la red de cable, la única alternativa estratégica que tiene es entrar de lleno en la televisión digital. "Para nosotros es absolutamente clave el continuar teniendo la relación con el cliente final, al que no sólo vamos a ofrecerle el servicio de voz, sino otros servicios relacionados con las imágenes, los datos, los servicios multimedia", dijo.

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