El Gobierno británico planea quemar las "vacas locas" en centrales térmicas

La erradicación de la enfermedad de las vacas locas puede dar un giro sorprendente en el Reino Unido. Para evitar que los cadáveres de reses. sacrificadas se amontonen con el consiguiente riesgo sanitario, el Gobierno británico planea quemarlos en algunas de las centrales térmicas. Convertidos así en combustible animal, solucionarían los actuales problemas provocados por la falta de suficientes incineradoras para una destrucción en masa.El plan debe ser aprobado antes por el Parlamento cuando reanude sus sesiones, el próximo otoño. Para preparar el camino, no obstante, el Ministerio de Comercio e Industria estudia ya la nueva normativa que permitirá a las centrales térmicas recibir y quemar la carne y los huesos de vacuno afectado por la encefalopatía espongiforme bovina. El gabinete conservador prefiere esta alternativa a otras propuestas de enterrar miles de carcasas en varias fosas.

Las primeras críticas no se han hecho esperar y tienen un doble cariz, ecológico y religioso. A la organización Amigos de la Tierra le preocupa, por ejemplo, que los humos emitidos por las plantas térmicas sean tóxicos y comprometan la salud de las poblaciones cercanas. Por su parte, la comunidad hindú de Birmingham ha pedido ya a los fieles de "todas las religiones", que se opongan a convertir un animal en combustible de cualquier clase.

Mientras estos planes se perfilan, Agricultura ha anunciado que dispone de unos 5.800 millones de pesetas para compensar a los ganaderos que hayan perdido reses entre marzo y junio pasados.