Dos torerazos

, Hacía tiempo que la Monumental barcelonesa no vibraba de la manera en que lo hizo ayer por obra y gracia de dos torerazos, Joselito y Rivera Ordóñez. Eso fue como un premio para los aficionados-sufridores barceloneses. Pero vayamos por partes. La corrida tuvo de todo, desde el manejable hasta el flojo, pasando por el manso y el de poco motor. Pero los dos diestros citados se emplearon a fondo y encendieron el entusiasmo del público, que no se movió de sus asientos hasta verlos salir en volandas por la puerta grande.Hacía dos años que Joselito no actuaba en Barcelona y ahora, hemos podido verlo cumplidamente en su actual dimensión de maestría. No se puede estar mejor, ni de forma más apropiada de acuerdo con los dos astados que tuvo delante. El primero tuvo buen tranco y era bravo, pero le faltaban las fuerzas. Joselito se lució con el capote y con la muleta lo llevó con temple, lo dejó respirar y todo lo hizo con sabor y medida. Lo del cuarto tuvo mucha importancia, porque el manso no permitía grandes esperanzas. Pero los maestros están para eso, para lidiar, para entender al toro, para muletearlo en cualquier terreno y para torear con muleta de seda y arte depurado a un toro que queria rajarse. Estoconazo y justo premio de dos orejas.

Litri estuvo toda la tarde voluntarioso. Poco. centrado en su primero, hizo un notable esfuerzo en el quinto, después de las grandes faenas de sus compañeros, pero la diferencia de calidad era grande.

El tercero fue un buen toro. Rivera Ordóñez lo lanceó con hondura y la faena fue demostrativa de un valor realmente extraordinario. No fue de una limpieza absoluta, pero ahí hubo auténtica emoción, aguantando impávido el diestro algunos parones del astado, éste fue a menos. La estocada fue entrando con todas las de la ley y el entusiasmo se desbordó. En el sexto salió a por todas. Lances vibrantes con una rodilla en tierra y prometedor inicio de faena con la diestra, en series aquí de una gran limpieza. En el platillo toreó con la zurda, pero el astado se acabó demasiado pronto y la faena no pudo redondearse.

Feria de Santander

Por otra parte, Marquitos triunfó en el primer festejo de la feria de Santander, celebrado ayer, informa Efe.Se lidiaron siete novillos de hijos de Pérez-Tabernero, bien presentados, de juego desigual. Diego Rueda, ovación; aviso y silencio. Dávila Miura, vuelta y ovación. Marquitos, vuelta y dos orejas. El rejoneador Fermín Bohórquez, silencio.