Gil reafirma ante el juez que sufrió una "extorsión pura" del entorno de Salinas
El alcalde de Marbella, Jesús Gil, ratificó ayer ante el juez que sufrió una "extorsión pura" en 1986 por familiares del entonces vicepresidente de la Junta Andalucía, el socialista José Miguel Salinas, para obtener mayor edificabilidad en una promoción inmobiliaria. Gil, que se quejó de haber sido citado a declarar en calidad de imputado, dijo que pagó 85 millones de pesetas contra su voluntad y reconoció que ha sacado a relucir ahora el caso en respuesta a "una persecución brutal" desde que llegó a la alcaldía marbellí, hace cinco años.
"Este caso no hubiera aparecido si me hubieran dejado en paz, cumpliendo con mi obligación y dentro de la ley", explicó Gil a la salida del juzgado. Pero la insinuación se quedó ahí. Se negó a precisar. datos sobre otros casos de pagos de comisiones que dijo conocer. Tampoco quiso explicar si su silencio se debe a que no ha tenido problemas con los presuntos implicados.Gil explicó al juez de Sevilla Carlos Lledó que fueron promotores inmobiliarios de Marbella quienes le dijeron que para resolver su problema debía dirigirse a "la vía de Córdoba" y en concreto a José Salinas, padre del vicepresidente de la Junta. El problema consistía en que el Plan General de Ordenación Urbana de Marbella, otorgó una edificabilidad de un metro cuadrado por metro cuadrado de superficie para su finca Los Cipreses, cuando todas las fincas colindantes tenían un índice de 1,85.
Gil contactó con Salinas, con quien mantuvo "tres, o cuatro reuniones", la primera en el hotel Hollyday Inn de Marbella. En estos encuentros, declaró Gil al juez, se pactó el pago de 220 millones de pesetas. 200 dijo que no sabe, si eran para la Junta o para el PSOE, y los otros 20 para José Salinas en concepto de comisión por su mediación.
Para Gil se trata de un caso de "extorsión pura" y no de un soborno, por lo que se mostró molesto por el hecho de que el juez le haya citado como imputado. "Es como si tienes una hija, la violan con una pistola en el pecho y luego la acusan de puta. Si te ves extorsionado y te juegas tu patrimonio, te tienes que dejar violar", dijo.
El hoy alcalde de Marbella sólo hizo efectivo el primer plazo, 85 millones, con varios cheques de la Caja Postal que un empleado suyo entregó en mano a Salinas. El pago se produjo en julio de 1986, después de que el Ayuntamiento denegara la edificabilidad pretendida por Gil y tres meses antes de que una resolución del entonces consejero de Política Territorial de la Junta, Jaime Montaner, acabara otorgándosela.
Conseguido su objetivo, Gil se negó a pagar el resto. José Salinas, que también estaba citado ayer por el juez, no acudió y, aportó un certificado médico en el que se afirma que una dolencia cardiaca le impedía trasladarse. Para la semana próxima están citados los otros tres denunciados por la Fiscalía Anticorrupción, Rafael Salinas, hermano del ex vicepresidente de la Junta y que en 1986 era asesor jurídico del Ayuntamiento de Marbella; el cuñado de éste, Higuinio Garrido, y el ex consejero de Política Territorial Jaime Montaner.
También tiene que prestar declaración Antonio Prieto, ex funcionario de la Junta que fue responsable de finanzas en algunas campañas del PSOE y que, según ha comprobado la fiscalía, recibió dos de los cheques pagados por Gil a Salinas por un importe total de 20 millones.
La dirección del PSOE se ha personado en el caso como acusación particular y ha suspendido de militancia a Montaner y a José Miguel Salinas. Jesús Gil dijo ayer que nunca ha tenido contacto con Montaner. "Le saludé una vez en no sé que acto. Hay que ser justo. ¿Qué digo yo, si no ha tenido nada que ver conmigo?", comentó.
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