Un niño de 13 años, presunto asesino de la niña británica Jade Matthews

Un chico de 13 años, cuya identidad no ha sido desvelada por tratarse de un menor, fue acusado ayer por la policía de Bootle, al norte de Inglaterra, del asesinato de la niña de nueve, Jade Matthews. Su cadáver, con el cráneo destrozado por los golpes, apareció el pasado 8 de julio junto a una vía férrea en desuso de dicha localidad. Se da la circunstancia de que no lejos de allí murió también, en 1993, el pequeño James Bulger, a manos de dos muchachos de 10 años. Para evitar tumultos, la policía impidió que los vecinos siguieran al furgón policial camino del tribunal de menores. Sólo una docena de madres permanecieron en las cercanías sin ser desalojadas.El niño fue arrestado la noche del martes en su propio domicilio. Cuando compareció ante el juez, horas después, le acompañaba un asistente social. Su padrastro acudió también a la sala de vistas para menores de South Sefton, en Merseyside, el área de Liverpool a la que pertenece Bootle.

Frank Dillon, su abogado, solicitó sin éxito al juez la libertad bajo fianza del detenido. Una vez concluida la comparecencia rogó calma y pidió a la prensa sensacionalista mesura a la hora de tratar el caso.

Jade Matthews, que vivía con su madre Denise, de 31 años, fue vista por última vez camino de la casa de unas amigas la mañana del 7 de julio pasado.