Aire no apto para diplomáticos alemanes
Alemania concede a su personal en Madrid y otras urbes contaminadas seis días extra "para respirar"
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania se preocupa por el aparato respiratorio de sus servidores en el extranjero: la contaminación de Madrid ha sido clasificada entre las 10 peores del mundo. Por este motivo, los diplomáticos alemanes destinados en la capital española tendrán derecho a seis días suplementarios de permiso al año, con el fin de orear sus sufridos bronquios y pulmones.La ola de liberalismo que asola Alemania y que amenaza con arrasar el llamado Estado de bienestar parece haber frenado en su arrollador avance. El Parlamento alemán (Bundestag) se esfuerza por sacar adelante nuevas leyes capaces de poner coto a los desmedidos logros de la clase obrera alemana, tales como reducir de cuatro a tres semanas la estancia en balnearios, costeada por la Seguridad Social cada tres años, en vez de cada cuatro como hasta ahora. Al mismo tiempo, por vía del decreto, el Ministerio de Exteriores ha establecido una normativa para preservar los pulmones de sus diplomáticos.
El ministerio encargó al Instituto del Clima, Medio Ambiente y Energía, ubicado en Wuppertal, un análisis comparativo de la contaminación atmosférica de las ciudades donde prestan sus servicios los diplomáticos alemanes en el extranjero. Como referencia comparativa, se tomaron los índices de contaminación de tres ciudades alemanas: la capital, Berlín; la capital provisional, Bonn, y Múnich, la capital del Estado libre de Baviera. Tras un concienzudo trabajo, realizado por el doctor Rudolf Petersen, encargado de los temas de tráfico en el Instituto dé Wuppertal, la burocracia ministerial alemana llegó a la conclusión de que el aire de Madrid se encuentra entre los de máxima peligrosidad. Ya la sabiduría popular decía antaño en España que "el aire de Madrid no apaga una vela, pero mata a una persona". Para el Ministerio de Exteriores alemán, Madrid entra, junto con México DF, Río de Janeiro, Pe kín, Shanghai, Delhi, Tokio, Moscú, Manila y Ankara, en el grupo dé 10 las ciudades con el. peor aire del. mundo.
Esto significa que los diplomáticos destinados en esas ciudades podrán tomar seis días, extras al año de vacaciones. Para acceder a estos moscosos alemanes del medio ambiente, se exige que no se acumulen, que, no se añadan a las vacaciones anuales y que se tomen en un fin de semana normal, como un día más, pero, eso sí, fuera del ambiente corrosivo de esas ciudades donde los aparatos respiratorios se encuentran - sometidos a tamaña prueba. El superior jerárquico en cada embajada decidirá en qué fecha corresponde tomar este asueto. Los índices de contaminación permitirán así prolongar un día mis, seis veces por año, el fin do, sernana en el campo o la playa.
Sobre el contenido y metodología del estudio se esfuerzan Bonn y Wuppertal en guardar secreto. Con loable criterio diplomático, un portavoz de Exteriores comentó ayer en Bonn a este periódico que no se trata de establecer una clasificación mundial según la contaminación atmosférica. En el Instituto de Wuppertal se escudan en el argumento, de que el estudio ha sido un encargo de Exteriores y sólo quien paga el estudio tiene derecho a conocer y difundir sus resultados. No obstante, se pudo averiguar que el Instituto de Wuppertal no realizó un trabajo de campo, sino que se limitó a recopilar datos, facilitados por los organismos del ramo de las ciudades analizadas.. A partir de estos datos, comparados con los de las tres ciudades ale manas de referencia, Exteriores elaboró en Bonn la clasificación y normativa, para mayor gloria y esplendor de los sufridos bronquios y pulmones de sus diplomáticos.
En el servicio de meteorología del Ayuntamiento de Madrid no conciben ni de lejos la posibilidad de que México DF tenga niveles de contaminación parecidos a los de Madrid. Su prueba, con datos, es apabullante: los niveles medios de partículas en suspensión en Madrid el pasado año fueron de 37 microgramos y los niveles máximos permitidos están en 150; en Bonn, de 42, y en México DF, 85. De mónoxido de carbono, Madrid, 1,5 miligramos; la capital alemana, 0,7, ambos con niveles muy inferiores a los máximos permitidos, 34. Mientras que en México DF se llegaron a alcanzar 16,5 miligramos.
En la Embajada alemana en Madrid no quieren hacer "un escándalo" de este asunto, dice un portavoz, pero, por si las moscas, está ya todo el personal dispuesto a librar los moscosos ecológicos que se tercien.
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