Madrid pierde seis vecinos cada día porque hay más muertes que nacimientos

Son actos cotidianos, tan frecuentes y habituales que apenas trascienden más allá de los familiares y amigos más cercanos. El ritual de vida: nacer y morir. Pero para sociólogos y demógrafos son indicadores que actúan como termómetros que marcan el ritmo vital de la ciudad. Cada día nacen en Madrid 71 bebés y fallecen 77 personas, según el Anuario Estadístico del Ayuntamiento. Es decir cada día hay seis madrileños menos. Madrid envejece y decrece. El número de residentes en la capital descendió en 11.367 personas en 1994 y apenas supera los tres millones.

Es un movimiento continuo e imparable que se detectó, de forma similar a Europa, en algunos distritos hace unos cinco años. Ahora se ha extendido de forma generalizada. De los 5.181.659 habitantes de la región, apenas tres millones viven en la ciudad de Madrid (3.029.734 habitantes).Los madrileños se aproximan también a Europa en el aumento de niños nacidos fuera del matrimonio, aunque no alcanza los valores de los países nórdicos. El 11% de los nacidos en 1992 eran hijos de mujeres solteras, viudas o separadas. Otro dato a destacar es que el 70% de los nacidos son primeros hijos, y posiblemente se conviertan en hijos únicos.

Una cifra que se mantiene con respecto a ediciones anteriores es que el número de nacidos es mayor en el área metropolitana que en Madrid ciudad. Así, de los 51.214 bebés inscritos en 1992 en la región, 39.633 nacieron en la capital, pero al analizar la residencia de su madre se ve que sólo 26.763 viven allí.

Maternidades

Esto se debe al número de mujeres que acuden a clínicas privadas y maternidades públicas para dar a luz. Hace ocho años esa diferencia era incluso mayor. La puesta en marcha de los hospitales en Alcalá de Henares, Móstoles y Leganés ha disminuido la afluencia a los grandes centros sanitarios.El Anuario Estadístico constata también el progresivo envejecimiento de la edad materna. En 1992, los alumbramientos de mujeres de 30 a 34 años (9.934) superó a los de mujeres de 25 a 29 años (9.383). Los sociólogos consideran que ese comportamiento es efecto del retraso en la edad de casarse más que de las expectativas profesionales de las mujeres.

Aun así, ese mismo año, 1992, seis niñas (menores de 15 años) fueron madres en Madrid. Dieron a luz también 686 adolescentes (de 15 a 19 años).

Un dato que hay que analizar con cautela es la relación de inmigrantes y emigrantes recogida en el anuario. Oficialmente, 38.163 personas se dieron de alta como nuevos vecinos en Madrid ciudad; 12.834 de ellos procedían de otras localidades de la propia comunidad y 7.051 están registrados como procedentes de otros países.

Entre las comunidades autónomas, Castilla y León, con 3.503 personas, y Andalucía, con 2.438, son los puntos del territorio español de los que partió mayor número de emigrantes hacia Madrid.

Si el balance nacimientos-muertes es negativo para Madrid, también se mantiene esa relación en la ecuación inmigrantes y emigrantes. Frente a las 38.163 personas que llegaron a Madrid, abandonaron la ciudad casi el doble de vecinos (59.661).

La mayor parte de los que marcharon (34.461) se instalaron en los núcleos urbanos del área metropolitana, poco más de 700 se desplazaron al extranjero y, curiosamente, son también Castilla y León y Andalucía las comunidades que recibieron más habitantes procedentes de Madrid: 3.527 madrileños se mudaron a vivir a Castilla y León y 3.610 a Andalucía.