El alcoholismo causa en Portugal la mayoría de las violaciones de niños

Las agresiones sexuales a menores en Portugal están directamente relacionadas con el consumo de alcohol. A juicio de los especialistas lusos, las agresiones son más violentas en función del mayor grado de intoxicación etílica de los delincuentes. A lo largo de 1995 fueron denunciados 1.200 casos de agresiones sexuales, si bien los especialistas consideran que sólo un 20% de estos delitos son declarados a las autoridades.Los responsables del Centro Regional de Alcoholemia de Coimbra expusieron recientemente un caso típico de las agresiones sexuales en Portugal. Una niña de cinco años fue víctima de un intento de violación por un individuo que, al no conseguir consumarlo, acabó por destrozarle el cráneo con una piedra temiendo que ella lo denunciase a sus padres. El presumible autor, absuelto por falta de pruebas, era un alcohólico crónico amigo de la familia de la niña.

Los delitos sexuales contra menores en Portugal suelen seguir algunos patrones casi invariables: el agresor suele sufrir problemas graves de alcoholismo, formar parte del círculo próximo a la familia de la víctima (cuando no es un miembro directo) y la víctima suele ser una niña con menos de 13 años.

Estos delitos no suelen acabar con muerte, pero sus consecuencias no pueden ser más dramáticas. El especialista del Instituto de Medicina Legal de Coimbra, Duarte Nuno Vieira, señala que el 70% de las víctimas que denunciaron la agresión tiene menos de 16 años de edad y un 20% de ellas tiene menos de 13. Las víctimas se refugian a menudo en el alcohol para olvidar las secuelas psicológicas y algunas de ellas, especialmente las más jóvenes, tienden a convertirse en agresoras sexuales con graves problemas de alcoholismo.

La situación es considerada alarmante" por algunos especialistas si se considera que Portugal es el tercer país de la Comunidad Europea y del mundo con mayor índice de alcoholismo. Las cifras oficiales señalan que en este país hay más de 700.000 alcohólicos, además del millón de bebedores habituales en una población que no supera los 10 millones.

Sólo en 1995 hubo 1.200 denuncias, si bien Duarte Vieira calcula que entre un 50% y un 90% de esos delitos no son declarados. A su juicio, las estadísticas oficiales son sólo Ia punta del iceberg".