Torpedos, cámaras y bolígrafos
Las autoridades cubanas quisieron que los periodistas fuesen testigos en altamar de la cooperación entre Cuba y Estados Unidos y habilitaron un viejo cazasubmarinos ruso para quien lo -deseara comprobar in situ. El barco, cargado con torpedos, cámaras y bolígrafos, entre otras armas zarpó del muelle de San Francisco en el puerto de La Habana a las once de la mañana, ante el estupor de un buen número de. turistas que vieron como se alejaba en el horizonte hasta fundirse con la silueta del Castillo de los Tres Reyes del Morro.Horas antes, había llegado a ese mismo muelle el crucero italiano Costa Playa con quinientos turistas a bordo, entre ellos algunos norteamericanos, que llegaban de estrangis y violando el embargo. En frente, decenas de obreros trabajaban en la terminación de la Lonja de Comercio, que financia Argentaria, una de las empresas españolas sobre las que pende la amenaza de la ley Helms-Burton, aunque ayer La Habana y Washington dejaron a un lado su particular guerra fría y optaron por la cooperación.
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