Nervios en la OTAN
Fuentes de la OTAN indicaban ayer que oficialmente no hay preocupación, pero que en el fondo los nervios están a flor de piel ante la llegada al poder en Turquía del primer Gobierno encabezado por islamistas desde el derrocamiento de los sultanes en 1923. Analistas independientes y diplomáticos occidentales afirmaban que la posición de Turquía como miembro de la Alianza a caballo entre Europa, Asia central y Oriente Próximo garantiza el atento seguimiento de los movimientos del primer ministro Necmettin Erbakan.Las citadas fuentes aliadas añadieron que "Erbakan conoce las reglas del juego y hasta dónde puede llegar". Por el momento, tanto Bruselas como Washington, Paris y Londres han manifestado la importancia de que la ex primera ministra Tansu Çiller forme parte de la coalición de Gobierno, lo que consideran un factor de moderación, y no han dudado en enviar sus felicitaciones a Erbakan.
El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Nicholas Burns dijo que Washington considera a Turquía un aliado importante, y "por eso trabajaremos juntos, pero dejando claro que debe servir a nuestros intereses nacionales". Burns añadió que la relación que une a EE UU con Turquía es de defensa y', por tanto, se preocupará por la asociación de este último país con la OTAN y con la Unión Europea (UE).
Francia, por su parte, expresó su deseo de que el Gobierno de Erbakan mantenga el objetivo de su antecesor de un acercamiento a la UE y mantenga el desarrollo de la economía de mercado. El canciller alemán Helmut Kohl se mostró convencido de que Turquía seguirá siendo un socio "de confianza" de Europa y de la OTAN.
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