Homenaje
A los pocos meses de la marcha del tan querido y admirado (y últimamente tan vilipendiado) profesor Aranguren, sucede la del no menos admirable y querido (y tan miserablemente silenciado) profesor Valverde.En esta especie de vieja universidad que parece volver a vivirse, Valverde vuelve a solidarizarse: no puede haber estética sin ética. Un dolido y cálido homenaje.-
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