El éxito acompaña a los primeros estrenos del Festival de Almagro

Una intensa actividad escénica marca las dos primeras jornadas del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro (Ciudad Real), cuyo primer estreno, El misántropo, de Molière, puso en pie a los espectadores cuando su director, Adolfo Marsillach, salió a saludar por última vez, en un escenario de Almagro, como director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, cuya historia está totalmente ligada a la de este festival.

También obtuvo éxito La Celestina, de Fernando de Rojas, que se estrenó en la jornada inaugural. Este montaje, realizado por la última promoción de alumnos de la Escuela de Arte Dramático, está dirigido por Charo Amador. "Es muy importante que nuestro espectáculo, surgido de un taller, se encuentre en Almagro, ya que supone que los alumnos se enfrenten de manera profesional, en todos los aspectos, a lo que va a ser su oficio", afirmó.Mientras estos estrenos se producían, la noche se prolongaba hasta altas horas de la madrugada para las dos compañías que afanosamente trabajaban en sus ensayos generales, previos al día del estreno. La de Producciones D'Odorico con El sí de las niñas, de Moratín, y la de Teatro del Olivar, con María Estuardo, de Schiller.

Riqueza dramática

María Ruiz, directora de este último montaje, ha elegido un texto, no muy representado en España, pero de gran riqueza dramática. En él se esbozan los retratos psicológicos de María Estuardo y la reina Isabel, que la mandó ejecutar. "La obra no se reduce a la historia de dos mujeres, ni al enfrentamiento entre ambas" aunque existe esa importante parte argumental", dice la directora. "Para mí el gran hallazgo de Schiller estriba en que ha conseguido crear y tipificar dos tipos de mujer clásicos, la Afrodita, en el personaje de María, representativo de lo femenino, de la seducción y el encanto, y la Atenea, que es una Isabel fuerte, de gran capacidad política, que elige llenarse de sus responsabilidades y asumirlas, que toma decisiones". Una de las decisiones de esta reina, interpretada por la actriz Ángela Castilla, fue cargarse a su hermanastra de la casa Tudor, María Estuardo, personaje que asume Nuria Gallardo.La versión elegida, revisada por la propia María Ruiz, junto con Ronald Brouwer y Jaime Ruiz, es más respetuosa con Schiller que la que eligió el autor cuando la estrenó en 1800 creando una fuerte polémica: "Los recursos en la escritura empleados por Schiller, con técnicas ya conocidas por los griegos, hacen que esta obra tenga una tensión dramática muy grande y que todo el desarrollo de la misma conduzca de manera muy potente hacia el final", dice María Ruiz.

Miguel Angel Cortés, secretario de Estado de Cultura, que asistió al estrenó de El misántropo, de Molière, terminó en pie, como el resto del público, aplaudiendo a Marsillach cuando éste salió a escena.