Críticas a la fiscalía por el caso del incendio criminal de Lübeck
La puesta en libertad del libanés Safwan Eid, de 21 años, único sospechoso de haber cometido el incendio del pasado 18 de enero, que costó la vida a 10 asilados extranjeros en Lübeck, deja en entredicho a la policía de la ciudad hanseática y sobre todo a la fiscalía. Diversas fuerzas políticas exigen ahora que se aclaren los hechos, aunque se, duda de que algún día se llegue a conocer la verdad.El diario de izquierda berlinés Die Tageszeitung acusa en un comentario de primera página a la Fiscalía de Lübeck de haber realizado una "investigación chapucera" y califica de "escándalo imperdonable" lo ocurrido. La militante antinazi Beate Klarsfeld reprocha a la fiscalía "estar ciega del Ojo derecho" por no haber investigado a fondo la pista de los cuatro neonazis detenidos en la noche del incendio. El alcalde socialdemócrata de Lübeck, Michael Bouteller (SPD), declaró que no le sorprendió la liberación de Eid, y afirma que ahora se trata de saber quién cometió los hechos. La Fiscalía de Lübeck se ha refugiado en el silencio, y el fiscal que llevó la voz cantante en los días del incendio y elaboró el sumario contra el presunto culpable, el joven libanés ahora en libertad, se encuentra reunido sin cesar y no responde a las llamadas de la prensa, ansiosa de conocer detalles.
Mientras tanto, empieza a tejerse una sospecha de que detrás del incendio de Lübeck pudiera encontrarse de verdad un grupúsculo de jóvenes neonazis. Un periódico berlinés de orientación filocomunista, Junge Welt, publicó ayer una información sobre contactos y amistades del socorrista que denunció al libanés, y declaró a la policía haber escuchado de Eld la frase "nosotros hemos sido", que le valió, hasta ahora, casi medio año de cárcel. Según Junge Welt, el socorrista era amigo de otro que también trabajó esa noche en las tareas de salvamento, persona de ideología ultraderechista.
La abogada defensora del libanés liberado acusó ayer a la fiscalía de haber investigado de forma tendenciosa en una única dirección, sin haber seguido la pista de los ultraderechistas.
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