_
_
_
_

La oposición y los sindicatos temen que el recorte afecte también a los gastos sociales

La oposición socialista y los sindicatos mostraron ayer su temor de que el recorte de gasto anunciado el martes por el vicepresidente Rodrigo Rato y por Jordi Pujol afecte a las partidas sociales. Al secretario general de UGT, Cándido Méndez, esas declaraciones le suenan a "un recorte drástico de partidas presupuestarias que son de una enorme sensibilidad desde el punto de vista social". El portavoz parlamentario socialista Joaquín Almunia se mostró convencido de que el presidente Aznar y Pujol han pactado "una reducción de impuestos en favor de ciertos colectivos y empresas".El líder de UGT advirtió que, dependiendo de lo que haga el Gobierno, el otoño puede ser caliente y conflictivo. En declaraciones a Radio Nacional, Cándido Méndez dijo: "Hay negros nubarrones en función de las hipótesis que el Gobierno está barajando a la hora de establecer la orientación de los presupuestos del 97". Aunque no quiso precisar hasta dónde pueden llegar las movilizaciones, advirtió que "si se produce un recorte drástico de los gastos de protección social, si se pretendiera abaratar aún más el despido, indudablemente va a haber confrontación".

El también dirigente de UGT Manuel Fernández Lito iba un paso más allá al afirmar que "existen provocaciones más que suficientes para responder con medidas contundentes". El secretario general del Metal de UGT y el responsable de la misma federación en CC OO, Ignacio Fernández Toxo, criticaron especialmente las declaraciones en relación a las privatizaciones realizadas por el ministro de Industria, Josep Piqué. Según Toxo, este tema se está tratando con mucha "frivolidad" y añadió: "Los sindicatos apostamos por la negociación a pesar del clima hostil que se está planteando desde el entorno del Gobierno".

Por su parte, Piqué afirmó ayer que no entiende las críticas del PSOE al plan de privatizaciones puesto que los gobiernos socialistas fueron quienes más privatizaron y ni lo repercutieron positivamente en las cuentas públicas ni fueron transparentes.

Las mesas del diálogo social siguen efectivamente su curso y ayer hubo nuevos encuentros de las que abordan los desajustes del mercado laboral y la resolución negociada de conflictos. De momento, se trata de "reuniones técnicas" sobre las cuales los negociadores del Gobierno, la patronal y los sindicatos no quieren hacer declaraciones en tanto no se produzcan avances notables "para no crear distorsiones innecesarias".

En la mesa del mercado laboral, los representantes de la patronal CEOE-CEPYME y los sindicatos UGT y CC OO debaten todavía el índice de temas a negociar y que en este caso es una cuestión primordial. La aceptación por parte de la patronal y de los sindicatos de abordar temas polémicos -el reparto del trabajo o el coste real del despido, por ejemplo- sería un paso importante.

Joaquín Almunia también se mostraba ayer crítico con las directrices del Ejecutivo en política económica y afirmaba que las privatizaciones le producen "miedo" y que no son más que una forma de "malvender los activos públicos".

Almunia realizó estas declaraciones antes de su conferencia Empleo, competitividad y bienestar social, dentro del curso El futuro del Estado de Bienestar, que la Universidad Complutense de Madrid organiza en San Lorenzo de El Escorial. El portavoz socialista mostró su disconformidad con la asignación de gasto para protección social.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_