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Presentado en el 'caso Lasa-Zabala' un documento que se creía destruido

Francisco Hermida, uno de los guardias de Intxaurrondo, acusado junto con Enrique Dorado, Felipe Bayo y Luis Sandoval del secuestro en 1983 de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, aportó al juez como coartada una fotocopia de la hoja del 15 de octubre de 1983 -fecha del secuestro- del libro de servicios de vigilancia de la 513 comandancia. El libro fue requerido por el anterior instructor, Carlos Bueren, a la Guardia Civil, que respondió en 1995 que no existía porque se había destruido.

Hermida y Sandoval declararon ayer ante el juez, después de que en su primera comparecericia se hubieran acogido al derecho a no declarar y únicamente presentasen un documento en el que señalaban que eran inocentes y no habían participado en ningún delito.Hermida negó ayer que hubiese participado en el secuestro, y para probarlo aportó la fotocopia citada, que hace referencia a los servicios de vigilancia en edificios públicos que efectuaban los guardias del cuartel de Intxaurrondo en aquella época. En ese documento se señala que el 15 de octubre de 1983 Hermida estuvo de vigilancia en el edificio de Correos de San Sebastián, lo que le habría impedido participar en el secuestro.

Como quiera que el libro había sido solicitado por el anterior juez y la guardia civil había contestado que había sido destruido, el agente explicó que encontró el libro de servicios -manuscrito por el jefe de grupo- en los archivos de la 513 comandancia de la Guardia Civil, en Intxaurrondo, y que hizo la fotocopia sin problemas.

Los acusadores le preguntaron quién fue el jefe de grupo que hizo las anotaciones de los servicios de ese día, a lo que Hermida contestó que fue él mismo.

Curso y permiso

Sandoval también aportó su coartada. El guardia civil aseguró que entre el 1 de octubre y el 15 de diciembre de 1983 realizó un curso en Madrid, en la Dirección General de la Guardia Civil. Para acreditarlo, presentó fotocopias de la convocatoria del curso y de la relación de agentes que participaron. Ello demostraría que Sandoval no habría podido ir a Francia a secuestrar a José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala.Sin embargo, Sandoval reconoció que el 12 de octubre era el día del Pilar, patrona de la Guardia Civil, y que les dieron unos días de permiso, y que el día 15 de octubre era sábado, por lo que la coartada, según las acusaciones, quedó destruida.

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El fiscal, Jesús Santos, preguntó expresamente a Sandoval dónde se encontraba el 15 de octubre, pero éste se negó a responder. "Voy a contestar a mi manera. No estaba ni en San Sebastián ni a 300 kilómetros a la redonda, dijo.

El fiscal insistió: "¿Dónde estaba entonces?". Pero Sandoval no quiso contestar.

Los abogados de la acusación particular y de la acción popular señalaron a la salida de la declaración que la situación de Hermida y Sandoval en la causa seguía igual que estaba. "Ni mejor, ni peor" afirmaron.

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