Demagogia
Y ahora nos dice el concejal de Circulación del Ayuntamiento de Madrid que los desorbitados precios de la privatizada grúa -casi la mitad del salario mínimo- se deben a que los buenos conductores que aparcan bien no deben pagar el precio de retirar los vehículos -ni los beneficios de los accionistas de la empresa privada concesionaria- de los malos conductores que aparcan mal. ¡Qué insultante demagogia! Como si esos conductores que aparcan mal el coche lo dejaran así, mal aparcado, teniendo al lado un sitio donde aparcar. El problema es que los buenos conductores, esos que dejan siempre su vehículo bien aparcado, deben de ser aquéllos que le dicen a sus jefes que hoy tampoco han ido a trabajar porque encontraron sitio para aparcar. Es decir: nadie. Todos los conductores somos malos según la suerte del día. En realidad la grúa se ha convertido en un privatizado y seguro sobreimpuesto de circulación que se cobra por el método de la lotería. La lotería que te toca cuando encuentras sitio para aparcar o cuando, sin encontrarlo, la grúa no te quita el coche.
Dicen los teóricos del imperio de la ley que son contrarias a este principio aquellas leyes que son imposibles de cumplir o cuyo cumplimiento acarrea una auténtica heroicidad. ¡Alguien duda que en un día laborable es imposible que la ciudad desarrolle su actividad normal con todos los vehículos bien aparcados! ¿Qué caos circulatorio se produciría en Madrid si nadie pudiera aparcar mal el coche? Pero esto no es lo que preocupa a nuestro Ayuntamiento, como bien demuestra su desinterés por el carril-bici o el desorbitado precio de los aparcamientos subterráneos -otro negocio privado que el Ayuntamiento se ve obligado a mantener para pagar sus túneles y del cual la grúa es buen complemento-
Es verdad que cualquier día este Gobierno concederá a una empresa privada el arreglo de las calles y entonces la vía pública pasará a ser privada y con peaje. Al fin y al cabo, los probos ciudadanos que están todo el día en casa no han de pagar el gasto de la acera... ¿Por qué con los avances de las comunicaciones no hace el Ayuntamiento siquiera un intento de ponerse en contacto con el propietario del vehículo -como hacen en otros países- antes de retirarlo? A veces no hace falta ni e¡ teléfono, sólo leer el papel que informa en el salpicadero de la situación del conductor.
¿Por qué, sin embargo, cuesta tanto trabajo que venga la grúa cuando realmente hace falta, mientras todos los días vemos que se retiran coches ilegalmente aparcados pero que realmente no estorban? ¿No sería más solidario cobrarnos a todos por igual los beneficios de la empresa EMITRA en el impuesto de circulación? Y si esto no resulta muy presentable ¿no debería al menos el Ayuntamiento prohibir aparcar en todo Madrid de modo que el sorteo del impuesto fuera así más puro?
Porque es desde luego descabellado suponer que al Ayuntamiento le preocupen las sutilezas antes referidas del Estado de derecho cuando está dispuesto a practicar "alguna que otra" retención ilegal para evitar que el negocio se vaya de las manos, o a utilizar la fuerza pública para garantizar el cobro de una deuda privada entre una empresa y un particular (poniéndose, claro, de parte de la empresa) aun cuando para ello haya de retener un automóvil que por lo general vale diez veces el valor de la ya de por sí desproporcionada deuda e ignorar de paso una sentencia del Tribunal Supremo..
Como dicen en mi pueblo, mal está que meen por ti, pero que no digan que llueve.-
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