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El plan para eliminar la doble fila del barrio de Salamanca avanza lentamente

Antonio Jiménez Barca

El plan para eliminar la doble fila del barrio de Salamanca, uno de los distritos madrileños más castigados por esta práctica en los días laborables, avanza, aunque lentamente. La solución ideada por el equipo del concejal de este barrio, Fernando Martínez Vidal, del Partido Popular, consistente en sustituir -en todas las calles en las que ello sea posible- una línea de aparcamiento en línea por el sistema de bateria, ya se ha llevado a cabo en ocho tramos. El proyecto total se ha diseñado para 35 calles.

"Sí, esto va un poco más lento de lo que habíamos previsto", reconoce Íñigo Enríquez, adjunto al concejal. "Pero hay que tener en cuenta que el Área de Circulación tiene 21 distritos, y nosotros somos sólo uno más". "Cada vez que se cambia un tramo tiene que venir un policía los primeros días para indicar a la gente", prosigue Enríquez, "y eso lleva tiempo".En breve, la Concejalía de Salamanca tiene previsto extender el aparcamiento de batería a 12 tramos más de calles. En el fondo, la teoría se basa en reducir al mínimo el espacio de circulación a fin de que los amigos de la doble fila no encuentren sitio material para dejar su coche de esta manera. Si aparcaran, cortarían la calle. En uno de los tramos modificados, en la calle de Hermosilla, dos porteros cantaban alabanzas al nuevo sistema: "Ahora no hay manera de que aparquen en doble fila; antes era criminal, había veces en las que la gente se pasaba hasta 20 minutos tocando el claxon", comentaba Gaspar Valbuena.

Un ejemplo de la voracidad de los automovilistas aficionados a dejar su coche en doble fila: en la calle de Claudio Coello existe actualmente una acera en línea y otra en batería. Pues bien; como la calle es ancha, hay coches también en doble fila. La solución de la concejalía: en julio se ampliarán las aceras de esta calle a fin de conceder más espacio a los peatones quitándoselo a los coches.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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