Una plaga de voraces orugas cubrirá en una semana jardines y plantaciones
Primero llegaron las copiosas lluvias; luego, las mariposas africanas, y dentro de unos días, una plaga de orugas en todas las zonas verdes de la región. Las nubes de mariposas de la especie Autographa gamma -parecida a la polilla- que desde hace unos días cubren los cielos de Madrid, se transformarán, según advirtió ayer la Consejería de Medio Ambiente, en una plaga de orugas que dañará jardines y plantaciones.Las larvas se alimentan de los árboles y de cultivos de alubias, coles, tabaco, lino, alfalfa, cebollas y patatas. El Gobierno regional y el Ayuntamiento de Madrid recalcaron ayer que esta plaga no supone ningún peligro para los ciudadanos, ya que, a diferencia de similares especies, no produce urticaria. Ambos organismos aconsejan un rápido fumigado de las zonas afectadas. No obstante, ninguna de estas instituciones efectuará fumigaciones.
La mariposa Autographa gamma, que recibe este nombre porque en las alas lleva un dibujo semejante a esa letra griega, es una especie mediterránea de color pardo -de ahí su confusión con la polilla- en su parte superior y amarillento en la inferior. Hacía unos 40 años que esta especie no aparecía en tan importante número en Madrid. Y no han pasado inadvertidas.
Las mariposas se han convertido en socorrido tema de conversación. Ayer apareció algún ejemplar en las ruedas de prensa de consejeros y concejales. Por el campus de la Universidad Autónoma revoloteaban ayer estos pequeños lepidópteros. Los alumnos, mientras repasaban apuntes en el césped, se quejaban: "Este año hay más bichos que nunca, la naturaleza está rabiosa. Se te meten por todas partes. Si te descuidas te comen vivo", comentaba Sergio, un alumno de la Facultad de Ciencias.
A escasos metros, una chica de la Facultad de Derecho, Sandra, de 21 años, espantaba las mariposas con un manojo de apuntes de Derecho Civil y preguntaba: "¿No picarán, no? Es imposible estar este año en el verde, hay muchísimos bichitos. Son asquerosos y muy molestos. Espero que no piquen".
En el parque de San Blas, un grupo de jóvenes repetía la escena. "¿Pero qué es lo que pasa, se han vuelto todas locas? Llevamos años viniendo a este parque y nunca nos habían acosado tantas mariposas. Por la noche se te meten hasta en la cama", comentaban.
Y es que las abundantes lluvias del invierno y de la primavera han originado un aumento de la vegetación. La abundancia de alimento de los campos madrileños atrajo en masa a las mariposas africanas.
Cada hembra pone unos 2.000 huevos, que son depositados en grupos sobre las hojas de las plantas. Sus larvas tardan en nacer de 7 a 10 días. Las orugas, nada más romper los huevos, son nocturnas. Su tonalidad es verde y con una línea del mismo color que las divide, pero con un tono más oscuro y remarcada por dos finos trazos blancos.
A medida que crecen -llegan a medir hasta 40 milímetros- comienzan a comer más y más cantidad de hojas. Según los técnicos, es el momento de fumigarlas, porque todavía son sensibles a los insecticidas. Un par de días después de su nacimiento, las orugas cambian drásticamente de comportamiento: comen desaforadamente de día y de noche y pueden llegar a arrasar una plantación entera en un pocas jornadas. Además, se hacen más resistentes a los insecticidas. Las últimas plagas importantes de esta especie se registraron en Francia y Alemania en 1962.
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Cucarachas en Getafe
Sólo Alcobendas ha previsto fumigaciones contra las orugas
Cambiando de especie, las cucarachas se han hecho fuertes en Getafe (144.600 habitantes) en especial en los barrios del sector III y El Bercial. Las abundantes lluvias del invierno y el súbito incremento de temperaturas han propiciado la peor plaga de estos insectos que se recuerda en la ciudad en los últimos 50 años, según estimaciones de los técnicos, informa Fernado Neira. Cerca de medio centenar de vecinos llama a diario a este departamento implorando soluciones ante la invasión de estos bichos inofensivos, pero repugnantes para muchos.Ante el cariz de los acontecimientos, el Ayuntamiento puso en marcha ayer una campaña, valorada en algo menos de un millón de pesetas, para mantener a raya a los ortópteros. Una empresa especializada se encargará tres veces al día de inyectar por la red de alcantarillado un compuesto gaseoso de termetrinas -veneno muy poderoso, pero inofensivo para personas y animales-. La composición exacta del tóxico tiene que variarse a diario para evitar que los insectos se adapten a él.
El edil de Medio Ambiente, Santos Vázquez, aconsejó ayer a los vecinos perjudicados por la plaga que cierren herméticamente puertas y entradas de garajes y no dejen los alimentos fuera del frigorífico. Uno de los afectados es el propio alcalde, Pedro Castro, que ha optado por tomárselo con humor: "Algunas va a haber que matarlas con lanzagranadas", dijo.
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