98 ancianos muertos en una clínica de Brasil
El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, pidió ayer que se castigue a los dueños de la clínica donde murieron 98 ancianos en los últimos dos meses y aclaró que el problema de la salud no se debe a la falta de recursos sino de "vergüenza de quien los utilizó mal". Según una comisión de investigadores del ministerio de Salud y las secretarías estatal y municipal de Salud de Río de Janeiro, las 98 víctimas sufrieron desnutrición y mala asistencia en los últimos meses.El presidente brasileño respaldó la decisión del ministro de Salud, Adib Jatene, de ordenar el cierre de la clínica Santa Genoveva e intervenir 16 de los 36 centros geriátricos y de enfermos terminales del estado de Río de Janeiro, por sus "insatisfactorias" condiciones de higiene y asistencia.
Cardoso llamó "explotadores" a los propietarios de las entidades privadas de asistencia médica que, a pesar de recibir recursos de la Unión Federal, denuncian falta de medios para ofrecer un buen servicio.
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