Camino toreó con señorío

Tras una ausencia de tres años en cosos mexicanos, Rafael Camino matizó su toreo por el derecho con señorío. Ante el tercero afianzó las zapatillas en una tanda de valientes y rítmicas verónicas. Con el refajo opuso a la briosa embestida un muleteo cadencioso. Desmayando el brazo le engarzó redondos con temple, suavidad y mando, aunque no dejó ver el lado izquierdo.Con el sexto continuó exhibiendo calidad en su percal y con la flámula volvió a dibujar dos series de redondos largos de aquí a allá, antes que la casta del burel se extinguiera.

El que abrió plaza salió violento y Rafaelillo en su quite le enjaretó con aguante ajustadas chicuelinas. Mostró, voluntad con la bayeta, pero lo picante del animal necesitaba una labor dominadora que nunca apareció. El probón cuarto punteaba y sólo tenía medio viaje y el matador, que cuidó más la figura que la lidia, no pudo con él.

El Pana desperdició los tres astados que despachó. Con la sarga no encontró la distancia del pastueño segundo y su trabajo no interesó. Con el quinto enseñó la martingala a la que se recurre para echarse fuera de la suerte. Regaló el sobrero y estuvo hecho un pegapases ante la increíble bondad de la res.

Mejía, a revisión médica

El diestro mexicano Manolo Mejía se sometió ayer a revisión médica en la clínica La Fraternidad, de Madrid -informa Efe- y no le fue practicado el encelograma previsto, pues no sufré mareos ni pérdida de visión.El torero tiene inflamada la herida en la frente que le produjo un toro en una reciente corrida de la Feria de San Isidro, cuando le derribó y pisoteó al reunir un par de banderillas. Los médicos le han recomendado reposo y un tratamiento farmacológico hasta que le quiten los puntos, probablemente mañana.