Netanyahu plantea fórmulas que excluyen el Golán para firmar la paz con Siria
El primer ministro electo israelí, el derechista Benjamín Netanyahu ansioso de mostrarse conciliador en vísperas de la minicumbre árabe que comienza hoy en Damasco, planteó ayer ambiguamente fórmulas para rescatar las estancadas negociaciones con Siria. Nadie sin embargo, se hace muchas ilusiones. "Creo que hay maneras adicionales para construir un clima de confianza entre Israel y Siria y aliviar así la tensión y superar la actual situación de hostilidad antes de llegar a un tratado de paz", dijo el dirigente del bloque Likud durante una visita a Haifa.Netanyahu, que espera completar la formación de su Gobierno en diez días -quizás incluso invitando a los laboristas a formar una coalición de unidad nacional-, esbozó su estrategia sobre Siria exponiendo ideas similares a las que Hafez el Asad ha rechazado invariablemente en el pasado. Planteó "canales alternativos" para reanudar las negociaciones con Siria sin que ello implique necesariamente tocar el tema de la ocupación del Golán, capturado por Israel en 1967.
Netanyahu, que se opone a hablar siquiera de una eventual devolución de la estratégica meseta siria, dijo que tiene "ideas propias que serán planteadas en el marco adecuado al Gobierno sirio". Pero dio a entender que podría proponer "pasos graduales" para iniciar negociaciones de paz con Damasco. O sea, hablar del tema del agua y otras cuestiones, pero sin tocar el tema de fondo. Así resumida, la estrategia israelí parece condenada al fracaso. Asad lo ha dicho mil veces: no habrá paz mientras el Israel no devuelva todo el Golán y retire sus tropas de todos los territorios árabes capturados por Israel.
La declaración de Netanyahu se va a convertir probablemente en el punto principal de la agenda que Siria, Egipto y Arabia Saudí se proponen discutir hoy en Damasco. La cita es la segunda cumbre árabe tras la del miércoles, en Áqaba, entre el rey Hussein de Jordania, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el líder palestino, Yasir Arafat.
El clima de tensa expectativa en Jerusalén se volvió a agitar ayer después de que policías israelíes de civil mataran a tiros a un joven palestino que fue tomado errónea mente por un guerrillero. El incidente ocurrió horas después de que otro palestino fuera acribillado en las inmediaciones de las colonias judías de Gush Katif, en Gaza. Fuentes policiales palestinas dijeron que el hombre sufría desórdenes psicológicos y que aparentemente no hizo caso a las advertencias del Ejército para que se detuviera en un puesto de control.
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