Un líder jemer anuncia la muerte de Pol Pot en una base rebelde en Camboya

Pol Pot, de 68 años, el líder histórico del Jemer Rojo que gobernó Camboya (antigua Kampuchea) en los años setenta bajo un régimen de terror que causó dos millones de muertos, falleció de malaria el miércoles, según informó ayer la radio nacional camboyana y anunció un dirigente de los jemeres rojos. Sin embargo, anoche no había podido confirmarse con certeza la muerte de Pol Pot, y los servicios de espionaje tailandeses indicaron que el dirigente no estaba muerto y que las enfermedades que padece son las normales en un hombre de su edad, a excepción de la malaria. El Gobierno camboyano trataba de confirmar la noticia.

El fallecimiento, según las fuentes citadas, se produjo en el cuartel general de los jemeres, enclavado en la provincia de Battambang, en el noroeste del país, en plena selva indochina, desde donde la organización maoista desarrolla aún sus actividades guerrilleras contra el Gobierno del rey de Camboya, Norodom Sihanuk.En los últimos meses, informaciones procedentes del territorio controlado por la guerrilla jemer indicaban que Pol Pot se encontraba bastante enfermo y se había pedido la presencia de curanderos. El vicecomandante de la 320ª división de los jemeres rojos declaró ayer que se había trasladado con su unidad a una base rebelde en Phnom Malai, cerca de la frontera tailandesa, para asistir "a los funerales de Pol Pot".

Sihanuk dijo ayer que "si realmente Pol Pot ha muerto, Camboya y el pueblo camboyano se han quitado de encima a uno de sus más malvados malhechores". "Con su muerte", añadió, "habrá grandes posibilidades de que el movimiento Jemer Rojo se vea reducido a grupúsculos de bandidos sin ley, y sin ideología. Será el fin de la más terrible de las tragedias de nuestra historia".

Los supervivientes de los Campos de la muerte celebraban ayer con brindis la muerte de Pol Pot, al tiempo que lamentaban que hubiese logrado escapar al castigo por sus crímenes en Camboya. Cerca de dos millones de camboyanos -la cuarta parte de un país de ocho millones de habitantes- fueron exterminados mediante el método de la ejecución, el hambre o las enfermedades durante los tres años, ocho meses y 29 días de régimen de terror (1975-1979).