Alcaldes y ONG llenan la falta de líderes en la Cumbre de Estambul

Cierto desánimo recorre desde el primer día la Cumbre de las Ciudades, inaugurada el lunes en Estambul, al irse cayendo del cartel cada vez más jefes de Estado. Ayer se hablaba de que ya sólo asistirán 15 líderes. Ni siquiera está confirmada la presencia del vicepresidente de EE UU, Al Gore, uno de los gobernantes más preocupados por la calidad ambiental. La activa participación de alcaldes y organizaciones no gubernamentales llenan el hueco. Además, pende la amenaza de que los debates se atasquen en tomo a reconocer el derecho fundamental a una vivienda digna.

Estados Unidos sigue oponiéndose a que la Agenda Hábitat, el documento que salga de la conferencia de Estambul, recoja el acceso a una vivienda adecuada como un derecho fundamental del ser humano, ya que, dice la delegación de este país, eso podría acarrear una avalancha de reclamaciones judiciales de los homeless, los que no tienen techo. La Unión Europea apoya que se recoja tal derecho. El Vaticano, cuyas delegaciones se han destacado en anteriores cumbres por su oposición a las posturas mayoritarias, defiende que se "reconozca explícitamente" el derecho de las personas a una vivienda digna, según indicó ayer el arzobispo Renato Martino, jefe de la delegación de la Santa Sede. Los países en desarrollo insisten en que ese reconocimiento debe ir acompañado de un compromiso del mundo industrializado para hacer humanos los grandes asentamientos de población en el Tercer Mundo.La cuestión financiera está, a fin de cuentas, detrás del meollo de todos los debates. Ya se ha planteado la necesidad de una reorientación de la ayuda internacional al desarrollo hacia los núcleos urbanos, ya que actualmente reciben menos del 5% de estos fondos.

Para lo que si está sirviendo la conferencia es para que alcaldes, organizaciones no gubernamentales y delegaciones nacionales intercambien datos sobre ejemplos a copiar y ejemplos a evitar. Entre estos últimos se destaca el impresionante crecimiento de la capital de Nigeria, Lagos, que pasó se los 280.000 habitantes en 1950 a los 10 millones de la actualidad y se calcula que en el año 2015 sean ya 25 millones.

El problema del agua

El secretario general de la conferencia, Waly N'Dow, subrayó ayer que la escasez de agua será uno de los mayores problemas en las grandes ciudades en un futuro cercano. Y citó varias ciudades que ya tienen graves dificultades en este sentido: Lagos, El Cairo, Dhaka, Pekín, Calcuta, Sao Paulo, Houston, Los Ángeles y Tel Aviv. Un informe de Naciones Unidas destaca que el problema se agrava porque en los países en desarrollo en torno a la mitad de los recursos de agua se malgastan por disponer de infraestructuras ineficaces.Jefes de Estado no irán muchos, pero hay reconocimiento general de que esta conferencia -a la que se ha dado en poner la coletilla de "la última de las grandes cumbres de la ONU en este milenio"- ha conseguido una mayor imbricación entre los debates oficiales y los paralelos, de alcaldes y de ONG. Alcaldes han acudido unos 500; entre ellos, el de Barcelona, Pascual Maragall, que intervino ayer para destacar la importancia de los servicios básicos. ONG se han trasladado unas 6.000.

Naciones Unidas insiste mucho en que en el camino hacia unas ciudades más habitables es fundamental el papel de las autoridades locales y las organizaciones ciudadanas. Para predicar con el ejemplo, el secretario general de Naciones Unidas, Butros Gali, destacó en Estambul que las autoridades locales tienen, por primera vez en la historia, la oportunidad de participar en las deliberaciones de la ONU. Y Wally N'Dow resaltó que la aportación de las ONG, al contrario de lo que ha pasado en las negociaciones de otras cumbres, será crucial en el documento final de Hábitat II.