Los paramilitares utilizan los meses de tregua para incrementar su arsenal

A lo largo de la última tregua, que ha durado más de 17 meses, el Ejército Republicano Irlandés (IRA) Provisional ha aprovechado bien el tiempo. Según una información publicada ayer por el diario The Guardian, que cita datos publicados por la Jane's Intelligence Review, este lapso de tiempo ha servido a los paramilitares para probar un nuevo tipo de mortero, uno de los más destructivos en el amplio muestrario que ofrece el arsenal de los terroristas irlandeses.De acuerdo con datos facilitados por los servicios secretos británicos a dicha revista, el IRA ha puesto a punto durante este tiempo el mortero Mark 17, y lo ha estado probando en Carlingford Lough, en la frontera sur entre las dos Irlandas. La misma información señala que el arsenal de los provisionales incluye 650 rifles de asalto AK47, 20 ametralladoras pesadas, 60 revólveres, 40 lanzacohetes, 600 detonadores y un misil tierra aire Sam 7. La práctica totalidad de las armas se encuentran escondidas en la República de Irlanda.

Este apabullante arsenal intacto en manos de los provisionales es la razón básica por la que el Partido Unionista Democrático de lan Paisley amenazó de nuevo ayer con no sentarse a la mesa negociadora con los representantes del Sinn Fein, brazo político del IRA.

Sin embargo, fuentes de los servicios de inteligencia británicos dan más importancia política que militar al tema del desarme. En principio porque el IRA tiene capacidad suficiente como para fabricar sus propias bombas, lo cual significa que la entrega de armas no elimina los riesgos de un nuevo rearme. Pero además, porque el IRA esta observando una tregua de facto, desde finales de febrero, con la sola excepción de las dos cargas de Semtex colocadas en abril bajo el puente de Hammersmith, en Londres.

Por cierto, la revista Jane's calcula en el mismo informe sobre el IRA, que será publicado en su edición de julio y agosto, que la organización posee unas tres toneladas de Semtex. Aunque lo más importante siguen siendo sus 400 activistas, que actúan bajo las órdenes del Consejo Militar integrado por siete personas.