Gimnasia mental
La enseñanza de la música para ayudar a los alumnos a asimilar mejor otras asignaturas sigue siendo polémica. Un psicólogo describe la tendencia como "no demasiado profesional, y, de cuestionable valor educativo". "Todo eso me parece bastante disparatado", afirma John Sloboda, profesor de psicología de la Universidad de Keele, en el Reino Unido. "Si se quieren mejorar las matemáticas, hay que enseñarlas rnejor", dice, "no recurrir a la música".La principal crítica de Sloboda es que la música debería enseñarse como asignatura por derecho propio, y no como apéndice de otras materias.
Sloboda también afirma que la técnica carece de una base firme y no debería emplearse sin una investigación más profunda. "No sabemos lo que ocurre en el cerebro de un niño", dice. "No entendemos lo que estamos haciendo. No creo que sea muy profesional".
Pero Faith Knowles, una de las autoras del artículo de Nature y miembro del Centro Kodaly de EE UU, defiende la técnica y se opone a la acusación de falta de profesionalidad de Sloboda. "Cuando voy a un colegio, es para enseñar música", dice. "Eso es lo que digo a todos nuestros profesores: permanezcan fieles a la música. Pero no puedo olvidar que mis enseñanzas tienen efectos beneficiosos en otras asignaturas".
Gardiner afirma que la técnica funciona por dos motivos. En primer lugar, la actitud general de los alumnos hacia el colegio y el aprendizaje mejora cuando se dan cuenta de que "pueden desarrollar capacidades que, aunque suponen un reto, son muy deseables". En segundo lugar, atribuye la mejora en el rendimiento matemático a la "gimnasia mental" que se exige a los alumnos de música.
"La ventaja para el aprendizaje de las matemáticas que indican nuestros datos", añade, "refleja el desarrollo de habilidades mentales como la ordenación y otros elementos del pensamiento, de los que también depende el aprendizaje matemático a esa edad".
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