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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Grave cesión

Considero muy grave la cesión del cobro de las multas a una empresa privada por dos razones:La primera es que me resulta altamente peligroso, si no ilegal, el trasvase de una base de datos que se supone privada y que sólo deberían conocer las administraciones públicas a una empresa particular. Yo cedo mi nombre y mi número (entiéndase DNI) a la Administración que creo me representa, no a ningún otro sitio.

La segunda es que el espíritu sancionador de la multa ha trocado en recaudatorio en lugar de disuasor: estoy harto de ver los coches con rádar apostados en tramos de carretera sin peligro donde la gente pisa más el acelerador, o tras determinadas direcciones prohibidas, o incluso cómo sábado tras sábado las grúas bloquean el carril de cambio de sentido en Alonso Martínez para sacar un coche que ni siquiera estaba en doble fila, o cómo unos municipales escasísimos de forma física prefieren poner multas en Gran Vía a coches aparcados por trabajadores que no molestan en absoluto antes de "echar una carrera" a por los carteristas que conocemos de memoria. Aceptando esta actitud, es lógico suponer que ésta se verá aumentada al máximo, pues el objeto de toda empresa es el maximizar los beneficios. ¿Se primará extraoficialmente a los guardias que pongan más multas?, ¿qué normas regirán los posibles recursos: el derecho privado o el administrativo?

La gente no aparca en doble fila por gusto, si lo hace, es porque no ha encontrado aparcamiento, cosa de la que debería preocuparse la Administración. El problema de las multas por exceso de velocidad existe únicamente porque el que cobra las multas le interesa tener ese dinero. Si circular a más de 120 kilómetros / hora supone multa, ¿por qué el Ministerio de Industria permite la construcción de automóviles que superan esa velocidad? Para limitarla simplemente se coloca un limitador electrónico.

Por otra parte, algo importante, si se ha llegado a esta situación ha sido por la ineficacia del equipo cobrador de las multas, al que yo pago de mi bolsillo. Luego, si a partir de ahora otra gente va a hacer su trabajo, deberían ser despedidos. Con esto señalo evidentemente a las cabezas de la dirección de ese equipo. Y, claro, al no tener que pagar ya sus sueldos espero que reduzcan mis impuestos, je, je...-

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