Milosevic se resiste a forzar la retirada del líder de los serbios de Bosnia
Estados Unidos no logró ayer en Ginebra arrancar una promesa escrita del presidente serbio, Slobodan Milosevic, para conseguir la separación del poder del líder de los serbobosnios, Radovan Karadzic, y de su jefe militar, Ratko Mladic, acusados de crímenes de guerra por el Tribunal Internacional de La Haya y considerados como el principal escollo para el desarrollo de las elecciones en Bosnia el próximo septiembre, conforme a los acuerdos de Dayton. Lo que sí consiguió, al menos, el secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, es que Milosevic y sus homólogos croata, Franjo Tudjman, y bosnio, Alia Izetbegovic, suscribieran un compromiso para que los comicios tengan lugar entonces.
Los dos máximos responsables de la limpieza étnica en Bosnia, Karadzic y Mladic, continúan siendo los principales escollos para la cita con las urnas antes del 14 de septiembre. Sin embargo, para, Christopher -que ayer convocó, en un almuerzo de trabajo en esta ciudad suiza, a los representantes del Grupo de Contacto (EE UU, Francia, Rusia, Alemania y el Reino Unido), a los responsables militares y civiles de la fuerza intemacional para la paz en Bosnia (Ifor) y a los tres presidentes balcánicos- tales comicios "pueden y deben" realizarse como está contemplado en los acuerdos de Dayton, aunque por el momento no haya garantías escritas de que Karadzic y Mladic se retiren del escenario político.El jefe de la diplomacia norteamericana exige que sean condenados como criminales de guerra por el Tribunal Internacional de La Haya. Por el momento, sólo existe el compromiso de Milosevic de "alejar" a Karadzic del escenario político, manifestado, según un diplomático europeo, en la reunión de ayer de Ginebra. La promesa del líder serbio hay que tomarla, sin embargo, con ciertas precauciones, ya que no es la primera vez que, promete alejar a su delfín en Bosnia de la política como cumplimiento de una de las exigencias del acuerdo de paz, firmado en Estados Unidos el pasado mes de diciembre.
Christopher afirmó al término del encuentro que los tres líderes balcánicos se habían comprometido a que las elecciones se celebren en septiembre. Sin embargo, reconoció que no había conseguido arrancar de Milosevic una garantía por escrito sobre Karadzic:
"Le he dicho [a Milosevic] de forma rotunda que los criminales de guerra inculpados deben ser destituidos y entregados al Tribunal de La Haya". El secretario de Estado comunicó al líder serbio que Washington podría reestablecer sus sanciones a Belgrado si no afronta el problema de Karadzic. Para el ex primer ministro sueco Carl Bildt, representante civil de la comunidad internacional para Bosnia, la permanencia de los dos líderes serbobosnios es "intolerable y provocadora". El documento suscrito ayer en Ginebra no mencionó ni a Karadzic ni a Mladic, pero recogió el compromiso de todas las partes para cooperar plenamente con el Tribunal de La Haya, según refleja el comunicado final. Todavía quedan otros escollos por solucionar, como el de la libre circulación de personas y el libre acceso de todos los partidos políticos, incluidos los de la oposición, a los medios de comunicación.
Dadas las crecientes tensiones étnicas que sacuden de nuevo a Bosnia, parece imposible también que se produzca un retorno masivo de refugiados que puedan ejercer su derecho al voto. En los últimos días, los serbios han inicidado una nueva campaña para expulsar a las otras dos etnias de sus hogares, y tanto croatas como musulmanes han violado los principios de Dayton impidiendo la libre circulación de refugiados y molestando a las minorías.
De momento, sólo se han cumplido las disposiciones militares del acuerdo, que sanciona la división de Bosnia-Herzegovina en dos entidades: la serbobosnia, que ocupa el 49% del territorio, y la federación croato-musulmana, que se asienta sobre el 51%, dentro de un mismo Estado soberano con órganos de gobierno conjuntos.
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