EE UU presiona a Milosevic para que anule políticamente al líder serbobosnio Karadzic
El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, presionará hoy al presidente serbio, Slobodan Milosevic, para que tapone políticamente al líder radical serbobosnio y presunto criminal de guerra Radovan Karadzic. Christopher podrá incluso plantear la posibilidad de reimponer las sanciones económicas contra Belgrado, según ha sabido EL PAÍS de fuentes diplomáticas. El objetivo es que las elecciones de septiembre sean limpias.La vuelta de tuerca al poliédrico líder serbio se producirá en Ginebra, donde Christopher, acompañado de sendas delegaciones rusa, alemana, francesa y británica, se reunirá con los presidentes de Serbia, Croacia y Bosnia para evaluar la aplicación de los acuerdos de paz de Dayton, sobre todo la limpieza de los criminales de guerra y la libertad de movimientos de los refugiados. Los resultados del encuentro se debatirán mañana y pasado en la reunión ministerial de la OTAN, en Berlín.
La reimposición de sanciones a Belgrado puede ser más sencilla de lo que fue su aprobación y posterior levantamiento. Legalmente, basta que la pidan o el jefe de las fuerzas de interposición (IFOR), Leighton Smith, o el mediador internacional Carl Bildt y que el Consejo de Seguridad la asuma, sin necesidad de votar, aunque exista la posibilidad de veto.
A la diplomacia internacional le preocupa la actitud de Rusia. El ministro de Exteriores, Evgeni Primakov, declaró el viernes a su vuelta de Belgrado que el arresto de Karadzic sería "contraproducente", ya que podría hundir el proceso de paz. Algunas fuentes consideraban esta declaración "de consumo interno".
Otras señalaban que seguramente no supondrá una fisura de la alianza internacional en su actitud exigente con Belgrado. Lo que se reclama con urgencia a Milosevic, más que detener a Karadzic -aunque está obligado a ello si éste acude a territorio serbio- es que utilice su influencia para anular políticamente al presunto criminal, de ahora hasta las elecciones. Los acuerdos de Dayton establecen que la responsabilidad de entregar a los criminales de guerra al Tribunal especial de La Haya corresponde a "las partes" del conflicto, es decir a los tres interlocutores de Christopher. Así se lo recordará hoy con vehemencia.
Otra posibilidad de acabar con los criminales es su detención por las fuerzas de la IFOR. Jurídicamente, la resolución del Consejo de Seguridad que les otorgó competencia para la separación de los contendientes, no les dio un mandato en este sentido. Tampoco los acuerdos de Dayton. Pero sí existe, desde diciembre, un acuerdo interno de la OTAN por el cual, aunque sus tropas no tengan que perseguir a los asesinos, sí deben detenerlos si tropiezan con ellos.
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