El arzobispo de Barcelona, imputado en italia por supuesto blanqueo de dinero
Los fiscales de Torre Annunziata, suburbio de Nápoles dominado por la Camorra, emitieron ayer 33 mandatos de captura, 13 de ellos contra italianos ya encarcelados, en relación con la investigación sobre el blanqueo de dinero y el tráfico de armas y material radiactivo por la que desde hace un año pretenden interrogar al arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles. Este también fue ayer objeto de una notificación para que comparezca como imputado ante la justicia italiana. Carles aseguró que emprenderá acciones civiles y penales para defenderse de las acusaciones.
El cardenal Ricard Maria Carles, que anoche ofició una misa en la iglesia de Sant Vicenc de Sarriá (Barcelona), afirmó que cuando aparecieron las primeras acusaciones, hace siete meses y medio, optó por "mantener la serenidad y el silencio". "Después de este segundo ataque", añadió, "creo que es el momento de que yo me defienda civil y penalmente y ponga todos los medios para defender la verdad y mi honra".No obstante, Caries considera que su honra no ha quedado manchada: "Nadie de los que me ven y me escuchan pueden pensar que yo me dedique al tráfico de armas, de joyas, o de 100 millones de dólares".
Para que el cardenal pueda comparecer ante la justicia italiana, los fiscales deberán enviar una petición rogatoria al Gobierno español. La primera Vez que lo hicieron el entonces ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, se opuso al interrogatorio de Carles por considerar inconsistentes los indicios que acompañaban la petición de la justicia italiana. Sin embargo, la decisión de los fiscales podría crear dificultades al cardenal para desplazarse a Roma por razones de su cargo. De hecho, no visita el Vaticano desde que se abrió este caso.
Zhirinovski y Geli
Los perfiles de la investigación de la operación Cheque a cheque no fueron esclarecidos en la conferencia de prensa que los responsables de la misma celebraron ayer en Torre Annunziata para dar cuenta de estos últimos desarrollos. La situación parece incluso más confusa, dado que, con notable ambición inquisidora, los fiscales anunciaron sendas citaciones para otros supuestos imputados célebres: el líder nacionalista ruso VIadimir Zhirinovski y el maestro de la logia masónica Propaganda Dos (P-2) Licio Gelli, sospechoso, con su hijo, de haber patrocinado una operación de blanqueo de dinero. La misma sospecha pesa sobre Carles. En cambio, a Zhirinovski se le investiga por un presunto tráfico de armas.Los fiscales acusan al cardenal de haber actuado como intermediario en una operación de venta de 100 millones de dólares (12.900 millones de pesetas) a través del Instituto para las Obras de Religión (IOR). De la investigación, lo único que se sabe en concreto es que gira en torno a pequeños delincuentes, y personas sin antecedentes supuestamente implicadas en Italia en operaciones de cambio de divisas fuera del mercado y, por tanto, ilegales. De ahí, la hipótesis de que haya además un delito de blanqueo de dinero.
Caries ha sido implicado porque un tal Riccardo Marocco dijo por teléfono a una novia que tenía en Suiza que "el arzobispo de Barcelona" patrocinaba un cambio de divisas. Monserrat Romeu, una catalana residente en Milán y conectada con Marocco, rechazó en un careo que Carles tuviera algo que ver con los hechos. Ni Romeu ni Marocco se hallan detenidos.
Los fiscales afirman haber identificado en Suiza a Hans Kung, homónimo del teólogo contestario, que estuvo dispuesto a aportar el contravalor en dólares de la operación de cambio que supuestamente intentó realizar Carles. Los magistrados no tienen constancia de que se llevara finalmente a cabo, pero insisten en interrogar al arzobispo de Barcelona. Este asegura que no ha recibido ninguna notificación oficial de la Justicia italiana de que estaba siendo investigado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.