"Queremos evitar la polarización de Nicaragua", afirma Alfredo César
Alfredo César, de 45 años, pretende encarnar la alternativa de centro para las elecciones del próximo 20 de octubre en Nicaragua. Los sondeos sitúan en cabeza al derechista Arnoldo Alemán, que fue alcalde de Managua, seguido del sandinista Daniel Ortega. Pero, según él, entre ambos sólo aglutinan "poco más del 50% de la intención de voto". Mantiene que el resto de los nicaragüenses quieren evitar la vieja polarización entre somocistas y sandinistas. Para intentar captar su apoyo, el pasado 11 de abril constituyeron UNO-96, una plataforma de tres partidos de centro derecha que pretende "recuperar las promesas" de aquella Unión Nacional Opositora (UNO) que llevó a la presidencia de Nicaragua a Violeta Chamorro en 1990."La UNO llegó al poder con tres promesas: acabar con la guerra, restablecer las libertades y sacar a Nicaragua de la pobreza. Cumplió las dos primeras. Superar el fracaso en la tercera es el eje de nuestro programa", aseguraba esta semana el político nicaragüense a este diario tras entrevistarse, con el presidente del Congreso, Federico Trillo.
Acabar con la miseria
"Nos comprometemos a entrar en el siglo XXI con una Nicaragua sin miseria", dice a modo de consigna de campaña. "No sin pobreza, porque hay que ser realistas", matiza. Según sus datos, en Nicaragua hay ahora un 35% de desempleados y otro 20% de subempleados. De otra forma, "sólo 45 de cada 100 nicaragüenses tienen un empleo que pueda considerarse como tal". Además, la pobreza afecta a dos tercios de la población y la mitad de éstos vive en extrema pobreza". Superar esta situación, subraya Alfredo César -en la actualidad diputado por el grupo que llevó a Violeta Chamorro al poder- obliga a "creer en una economía social y de mercado"; no sólo de mercado, como propugnaría Alemán, o sólo social, como defendería Ortega. Una victoria de cualquiera de los dos, sostiene, "provocaría una grave inestabilidad: social si gana Alemán y económica si vence Ortega".Su objetivo, en datos, es "reducir a la mitad el desempleo; lograr pasar de 4,5 de cada 10 nicaragüenses con empleo estable a 7,5". Eso aún mantiene un 25% de desempleo o subempleo pero la candidatura de Alfredo César incluye a bastantes empresarios y ellos gustan, ante todo, de pragmatismo.
Para lograrlo, el candidato de UNO-96 defiende potenciar la agricultura. César opina que las peores bolsas de miseria se concentran en las ciudades, de gente que emigra porque no ve salida en el campo, y quiere frenar esa tendencia.
"Terminar la transición" es también objetivo obligado. Ello se logrará "si el traspaso de poderes de Violeta Chamorro a quien resulte elegido el 20 de octubre consolida la estabilidad política". Ésta, "la paz y el restablecimiento de las libertades", es, a juicio del candidato, el "gran logro de doña Violeta".
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