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EL 'CASO BANESTO'

Ocho acusados

Los ocho acusados por el juez Manuel García-Castellón llevaron las riendas de Banesto y pilotaron todas las operaciones financieras e industriales del grupo desde 1987 a 1993.Mario Conde, como presidente de Banesto y de su Corporación Industrial, actuó siempre como cerebro gris de las operaciones descritas en el auto del juez. Su mano derecha era Arturo Romaní, al que encargó la gestión de la Corporación Industrial y nombró vicepresidente del banco.

Enrique Lasarte, amigo personal de Conde desde su época estudiantil, desempeñó el cargo de consejero delegado de Banesto en la última etapa de Conde. se cargo había estado ocupado asta entonces por Juan Belloso, que abandonó la entidad tras enfrentarse a Conde en varias casiones.

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Ocho operaciones irregulares

Rafael Pérez Escolar, un histórico de la casa, era uno de los asesores jurídicos más cercanos a Conde. Además, fue presidente de Carburos Metálicos y jugó un papel determinante en las relaciones entre Banesto y Dorna.

El secretario del consejo durante la etapa de Conde, Ramiro Núñez, desempeñó una labor más en la sombra, aunque, según se desprende de los trámites judiciales, estaba al corriente de todas las operaciones recogidas en el sumario del caso.

Fernando Garro es otra pieza clave en la trama Conde. Colaborador directo del ex presidente de Banesto desde la etapa de Antibióticos, era el encargado de las relaciones institucionales.

Eugenio Martínez es el único de los ocho acusados que no tenía un cargo en Banesto. Era el testaferro de Conde en la operaciones realizadas a través del Grupo Euman.

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