Los observadores internacionales convalidan la primera vuelta de las elecciones en Albania
Europa y Estados Unidos vinieron a convalidar ayer en la práctica el desarrollo de la primera vuelta de las elecciones generales albanesas celebradas el domingo y en las que el gobernante Partido Democrático, en ausencia de datos oficiales, dice haber obtenido el 60% de los sufragios. En un comunicado perfectamente ambiguo y de cuyo contenido incluso disienten algunos responsables de la delegación de observadores internacionales, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) considera que, pese a sus numerosas irregularidades, éstas no han sido lo suficientemente serias como para pronunciarse en contra de la limpieza general de los comicios.
Los embajadores de la Unión Europea y de Estados Unidos en Tirana, sin embargo, estaban reunidos anoche a puerta cerrada para analizar la situación creada por la retirada de las elecciones de los socialistas, el principal partido opositor albanés, y estudiar la pertinencia de un pronunciamiento conjunto más contundente.La valoración inicial de la OSCE, que en su declaración se reserva "para dentro de unas semanas" un juicio definitivo sobre los comicios -cuya segunda vuelta debe celebrarse el próximo domingo-, ha sido mal recibida por los socialistas albaneses, antiguos comunistas, que han convocado para hoy junto con media docena de pequeños partidos una manifestación en el centro de Tirana en protesta por lo que consideran un fraude electoral masivo. El Ministerio del Interior anunció anoche la prohibición de la marcha y amenazó con el uso de la fuerza si fuera necesario.
Berisha mantiene movilizados a sus partidarios en Tirana desde el domingo por la noche, cuando comenzó antes de que cerraran los colegios electorales la celebración por el Gobierno de un triunfo sobre el que todavía nadie tiene datos oficiales.
"Lo sucedido es un golpe de Estado [del presidente Salí Berisha] y pasado mañana será demasiado tarde si no defendemos el voto libre", dijo ayer el portavoz socialista, Neritan Ceka, tras anunciar que sus partidarios y los de otras fuerzas menores que también se han retirado del proceso electoral se echarán hoy a la calle. Los socialistas decidieron el domingo por la tarde, horas antes del cierre de los colegios, retirarse de unos comicios que consideraban una farsa y cuyo desarrollo no habían podido controlar sus representantes.
Argumentando su retirada, el Partido Socialista -cuyo líder Fatos Nano está en prisión desde 1993- detallaba una larga serie de irregularidades, denunciaba intimidación contra sus interventores y afirmaba que no reconocerá el resultado electoral y boicoteará el nuevo Parlamento. Albania celebró el domingo sus terceras elecciones parlamentarias desde la caída del comunismo en 199 1, que en este pequeño país revistió una forma especialmente paranoica de dictadura estalinista a cargo de Enver Hoxa. El 80% de los 2.200.000 posibles votantes albaneses acudió a las urnas en la primera vuelta.
"Triunfo histórico"
Inmediatamente después de la legitimación inicial de las elecciones, el jefe del Estado y del partido gobernante compareció ante los periodistas y una gran claque de incondicionales para anunciar por segunda vez en doce horas el "triunfo histórico" del derechista Partido Democrático. Berisha hizo un canto a Occidente, calificó de irresponsables a los socialistas por retirarse de las elecciones y prometió solemnemente que el recuento de votos de los simpatizantes izquierdistas será escrupuloso". "No hay ninguna excusa para un suicidio político", dijo refiriéndose a sus enemigos, "porque los únicos perdedores son un pequeño grupo de marxistas".El presidente albanés calificó la campaña de su partido como "la más civilizada de todos los tiempos" y vaticinó que la segunda vuelta electoral se desarrollará con absoluta normalidad. "Los socialistas tendrán sus escaños en el Parlamento pese a su absurda decisión del dorningo", añadió el jefe del Estado, para precisar inmediatamente: "Personalmente, me satisface esta rendición total del enemigo en el campo de batalla".
A la defensiva ante las preguntas de los informadores, la delegación de la OSCE que ha fiscalizado los comicios albaneses acabó calificando de "insuficientemente claro" su desarrollo. Su presidente, el estonio Raúl Uksvarav, respondió con un "sin comentarios" a la eventual validez de unas elecciones a cuya segunda vuelta no se presentase el principal partido opositor.
El representante sueco de la OSCE, el parlamentario Urban Ahlin, afirmó haber visto el domingo en Albania "muchas cosas que no se pueden considerar como 'no serias' irregularidades", y describió cómo en algún colegio eran introducidas varias papeletas de una vez en la urna y en otro "una funcionaria las fabricaba en serie". "Pero sólo somos observadores", concluyó. Representantes internacionales que dieron ayer la cara silenciosamente en nombre de la OSCE habían confiado la víspera su convicción sobre la manipulación del proceso electoral.
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