'ORA ET CAPTURA'
La Pílarica no necesitó llamar en la noche del domingo al 091 ni marcar el 062 de los servicios de emergencia del benemérito cuerpo bajo su patronazgo. Un suboficial de la Guardia Civil que dedicaba parte de su ocio a rezarle a la Virgen del Pilar combinó perfectamente la regla monástica del ora et labora. Sin abandonar los rezos, pilló con las manos en la masa a un caco reventador de los cepillos del templo zaragozano. Setenta mil pesetas, además de su instrumento de trabajo, un destornillador, llevaba F. J. M. G., de 32 años de edad y natural de Tarazona, cuando el cabo Rafael le dijo, esta vez al oído, aquello de: "¡Alto a la Guardia Civil!". Además de las felicitaciones de sus superiores, seguro que el agente recibió la bendición, si no de la patrona del cuerpo, sí del cabildo de la basílica, que vio salvada así la generosa recaudación dominical.-
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