La izquierda catalana debate cómo derrotar a Pujol en 1999
La izquierda catalana ha abierto un debate sobre cómo apear a Jordi Pujol de la presidencia de la Generalitat en 1999. La victoria del centro izquierda italiano sobre Silvio Berlusconi hizo que el debate catalán tomara su nombre del invento italiano: El Olivo. ¿Hay que hacer, como en Italia, una apuesta específica, una Olivera? ¿Tienen que probar suerte otra vez cada uno por su lado los tres partidos de la izquierda catalana (el PSC, IC y ERC) como en las anteriores cinco elecciones autonómicas?Rafael Ribó y Angel Colom, máximos responsables de IC y ERC, respectivamente, ya se han manifestado dispuestos a participar en candidaturas conjuntas que implicaran la desaparición de sus siglas.
La iniciativa del debate público no ha surgido de los partidos, sino de los medios de comunicación y de plataformas progresistas, como la fundación Encaix. Cabe pensar que seguirá, por tanto, les guste o no le guste a las direcciones de los partidos. Las tres fuerzas de la izquierda catalana se hallan sumidas en complejas crisis internas, que el debate ha contribuido a proyectar. El primer chispazo lo produjo la propuesta de llevar la colaboración con republicanos y socialistas hasta el extremo de presentar candidaturas únicas en las elecciones munilcipales, como primer paso para la posterior contienda autonómica. Esta apuesta provocó el inmediato rechazo de Julio Anguita, el líder de Izquierda Unida.
Los otros chispazos saltaron en el área socialista. Al sector mayoritario del PSC, el controlado por Narcís Serra y los apparátchiki de Josep Maria Sala, este debate le ha pillado a contrapié, cuando prepara un congreso en el que pensaba proyectar a su partido como la única fuerza capaz de ganar a CiU.
Posiciones en el PSC
En el PSC han aparecido tres posiciones. El primer secretario, Raimon Obiols, se ha mostrado abierto al debate y a una confluencia de las izquierdas sobre cuya forma no ha querido definirse. Esta posición conecta con la de Pasqual Maragall, que se ha reiterado partidario de crear una corriente política que agrupe a la izquierda y al centro progresista.Serra, Sala y el aparato del PSC se muestran contrarios a las listas únicas y a cualquier tipo de acuerdo preelectoral. Se mantienen en el discurso hegemonista del PSC, que combina la permanente reivindicación de primera fuerza de la izquierda y la OPA sobre IC y ERC con proclamaciones de apertura al centro progresista. La tercera posición es la de Joaquim Nadal. El alcalde de Girona se ha adelantado a cualquier eventualidad y ha declarado que quiere ser el candidato del PSC en las próximas autonómicas. Pero, ecléctico, se presta a ser presidente de la Generalitat sin precisar qué forma de articulación preconiza para la mayoría progresista que le apoye.
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