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La fuente del gas

El gasoducto de 1.430 kilómetros que unirá Argelia con Córdoba estará listo en el mes de julio

La lluvia ha sido el principal enemigo de los trabajos del gasoducto Magreb-Europa, la obra más ambiciosa en transporte de gas que ha desarrollado la ingeniería española en su historia y que cerrará el anillo del gas entre los continentes europeo y africano. Los obras, que han estado casi paralizadas durante más de dos meses por la mayor oleada de lluvias de los últimos 30 años en Marruecos -entre diciembre y marzo pasados-, avanzan, a pesar de ello, dentro de plazo y en el mes de julio podrán estar finalizadas para poder transportar gas a comienzos del próximo mes de octubre, tras las pertinentes pruebas.Al final de la monumental obra, los 2.440 millones de dólares invertidos (unos 305.000 millones de pesetas al cambio actual) servirán para resolver uno de los problemas que más preocupan a la Comisión Europea en el ámbito energético: la garantía de los suministros a largo plazo.

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El gasoducto Magreb-Europa, a través del estrecho de Gibraltar, es un proyecto de dimensión internacional en el que participan compañías-magrebíes y europeas y en el que tiene un protagonismo esencial la sociedad Enagas, hoy dentro del Grupo Gas Natural. Dragados y Construcciones, Auxini, FCC, Manessmann, han abordado el tramo marroquí y Ginés y Navarro y OCP el tramo andaluz.

La envergadura del proyecto supera el ámbito puramente económico para todos los países implicados.

Para Argelia, en cuyo territorio se halla el yacimiento de gas Hassi-R' Mel, la construcción de esta arteria de 1,20 metros de diámetro hasta Córdoba, supone el incremento de sus exportaciones de gas a Europa. Marruecos, país de tránsito obligado, se beneficiará de la creación de una importante infraestructura y de ingresos fiscales en concepto de peaje, según explica el secretario general de la Energía de ese país, Mohamed Es-Sdiqui. Para La Unión Europea, supone incrementar la oferta de gas natural extracomunitario en unos 20.000 millones de metros cúbicos al año, lo que supone el 8% del total del consumo de la Unión Europea en el año 1990.

Además, Europa consigue instalar una red de suministro fuera de su territorio y diversificar fuentes de alimentación. La inseguridad política del régimen argelino se perfila como su mayor riesgo. La única relación entre Marruecos y Argelia es el gasoducto, al que no se ha puesto pegas por ninguna de las dos partes debida a la transcendencia económica del mismo.

Para España supone un paso adelante para potenciar la presencia del gas en el conjunto energético. Las estimaciones realizadas por los responsables de Enagas (Grupo Gas Natural) prevén para el año 2005 que el gas suponga el 15% del consumo energético español, frente al 8% actual. La rentabilidad del proyecto está asegurada para la empresa española, ya que explotará el suministro de gas durante veinte años, ampliables. Gas Natural ha constituido en Marruecos la sociedad Metragaz, participada al 70% por capital español y el 30% restante por el Gobierno de Marruecos. Esta empresa se ha encargado de construir el gasoducto y gestionar su mantenimiento en el trayecto marroquí.

La energía del gas procedente de los yacimientos argelinos se unirá a las proximidades de Córdoba a través, de un gusano negro de un diámetro de 1,20 metros -el mayor utilizado en ningún gasoducto- y 1.430 kilómetros de longitud a base de empalmar tubos de una media de 13,2 metros de largo. Las soldaduras efectuadas en la construcción suman una longitud total de 152 kilómetros.

El peso total de la tubería, que irá enterrada a una profundidad de casi tres rnetros, es de 258.000 toneladas, es decir, unas 37 veces el peso de la torre Eiffel, que pesa 6.900 toneladas. De la inversión total de 2.440 millones de dólares 675 corresponden al tramo argelino, 880 millones al tramo marroquí y travesía submarina del estrecho, 546 millones a los tramos del gasoducto en España y 340 millones al tramo final y añadido en el último momento del tramo de Portugal. Este último país se ha comprometido a pagar el 28% de los 140.000 millones de pesetas del coste del gasoducto ibérico.

El tramo argelino de 520 kilómetros ya se halla terminado, también se hallan muy avanzadas las pruebas hidráulicas y las estaciones de compresión, verdaderas ciudades reguladoras de la presión del gas. Las obras en Marruecos ya han logrado colocar en zanjas más de 470 kilómetros de los 540 que comprende este tramo.

Las dos estaciones compresoras situadas en la frontera de Argelia y en Tánger tienen muy avanzada. su construcción. José Luis Munuera, jefe de la estación de Tánger, está acelerando los trabajos de una verdadera ciudad tecnológica. Según explica Munuera, los turbocompresores que impulsan el gas desde la estación van movidos por el mismo motor de un Airbus.

El tramo del Estrecho de Gibraltar se encuentra totalmente finalizado desde diciembre de 1994, cuando se concluyó el tendido submarino de las dos conducciones de 45 kilómetros de longitud. El tendido submarino discurre a una profundidad de 400 metros, tan sólo superada en el mundo por los gasoductos del Canal de Sicilia, en Italia.

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