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Detenido el administrador de la fábrica que abandonó 20.000 kilos de tóxicos

La Guardia Civil detuvo el miércoles a Francisco L.O., de 44 años, administrador de la empresa de curtidos Kurtipiel, que dejó abandonados sin control 20.000 kilos de productos tóxicos, cancerígenos y corrosivos en una nave de Fuenlabrada. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) le imputan un delito contra la Salud Pública. El detenido fue puesto en libertad provisional tras negar ante el juez las imputaciones. La Comunidad ya ha trasladado los residuos a un depósito controlado.

Según la Guardia Civil, Francisco L.O. se deshizo de los residuos tóxicos y peligrosos sobre un terreno permeable y un pozo de agua subterránea de la fábrica de curtidos de pieles de Fuenlabrada, Kurtipiel S A, ubicada en el polígono de la piqueta de Fuenlabrada. Entre los vertidos había cloroformo, protóxido de nitrógeno, acetato de plomo y otras sustancias cancerígenas.Las pesquisas policiales, iniciadas el pasado 5 de mayo, concluyeron con la detención de Francisco, que figura como administrador de la empresa Kurtipiel entre 1992 y 1994. Esta fábrica cerró sus instalaciones, donde trabajaban 74 empleados, en septiembre de 1994, cuando sus dos propietarios desaparecieron al ver que la empresa acumulaba perdidas. Tras la fuga de los dueños, Francisco, como administrador, se encargó de negociar con los trabajadores su salida laboral.

Dos años después, sobre él han recaído las acusaciones, según la Guardia Civil. El detenido repitió anoche a este periódico las mismas declaraciones que efectuó ante el juez que instruye las diligencias, en el juzgado número 2 de Fuenlabrada. "No sé nada en absoluto de esas 20 toneladas de productos tóxicos", afirmó.

"En septiembre de 1994 la empresa cerró porque sus accionistas principales desaparecieron llevándose hasta la maquinaria", explicó. "La nave quedó abandonada y me imagino que alguien la ha utilizado para tirar esos residuos tóxicos, pero durante mi gestión la empresa no dejó a su suerte tantas toneladas de productos cancerígenos o corrosivos", añadió Francisco.

Según el detenido, la empresa, cuando funcionaba, cumplía la normativa medioambiental y pasó las revisiones de la Agencia de Medio Ambiente. "Cuando yo era administrador existía una depuradora que trataba las aguas, y los vertidos de piel se reciclaban para su posterior recuperación", agregó.

Francisco, que deberá presentarse en el juzgado de Fuenlabrada cada 15 días, estaba ayer enojado con la Guardia Civil: "A mí ni siquiera me dijeron que estaba detenido. Sólo me tomaron declaración. Todo el mundo en Fuenlabrada sabe que trabajé en la empresa y que no me escondí".

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