Sáenz de Santa María niega ante Garzón cualquier relación con los GAL
El teniente general José Antonio Sáenz de Santa María negó ayer haber tenido cualquier tipo de relación con los GAL ni con atentados contra ETA en Francia durante el interrogatorio a que fue sometido por el juez Baltasar Garzón en el caso Oñederra que se encuentra bajo secreto sumarial. El general, que describió con detalle y amplitud sus tareas como director general de la Guardia Civil, explicó que su misión era "evitar atentados de cualquier índole". Sáenz de Santa María continúa teniendo la condición de "imputado" en el sumario, aunque el juez Garzón no adoptó ninguna medida cautelar contra él.
El teniente general, que compareció asistido por el abogado Miguel Cid Cebrián, mostró al juez, antes de comenzar la declaración, su disconformidad por tener que declarar como imputado sobre unos hechos que desconoce y de los que no sabe quién le acusa. Cid Cebrián reprodujo ante el juez las protestas formuladas en su recurso contra el auto de imputación, en el que recalcaba que todo acusado tiene derecho a conocer los hechos y datos de la acusación. También insistió en que, al ser el sumario secreto para la defensa y no para el fiscal, se quebraba. el principio de "igualdad de armas en el proceso" y su cliente quedaba en "manifiesta indefensión" frente a las imputaciones.El teniente general fue interrogado con respecto a su etapa de director general de la Guardia Civil, entre noviembre de 1983 y noviembre de 1986, sobre los hechos contenidos en el auto de imputación, relativos a supuestas labores de coordinación, infrastructura y encubrimiento de activistas de los GAL.
En las dos horas de interrogatorio, el teniente general describió con amplitud todas sus tareas al frente del instituto armado y negó haber tenido conocimiento del atentado contra Ramón Oñederra, único de los cuatro asesinatos que abarca el sumario por el que fue preguntado.
En el interrogatorio, el juez sólo mencionó tangencialmente al general. de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, debido a que figura como coimputado en la causa, al igual que el general Andrés Cassinello. El teniente general explicó que, por entonces, Rodríguez Galindo debía tener el grado de comandante, por lo que no recuerda que tuvieran relación directa.
Según fuentes jurídicas, Sáenz de Santa María no fue preguntado sobre los guardias civiles del cuartel de Intxaurrondo Enrique Dorado y Felipe Bayo, que a la misma hora se encontraban una planta más abajo de la Audiencia Nacional, presos e incomunicados por el juez Javier Gómez de Liaño. El teniente general se enteró posteriormente, por la radio de su coche, de las prisiones acordadas. Sáenz de Santa María continúa imputado en la causa, pero, por el momento, no tiene que volver a comparecer en la Audiencia Nacional, a menos que sea citado de nuevo.
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