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49º FESTIVAL DE CANNES

Anjelica Huston: "Sentí como directora la presencia de mi padre"

La actriz presenta una dura película sobre el abuso infantil

Andrés Fernández Rubio

Heredera del talento de su padre, el director John Huston, y de su abuelo, el actor Walter Huston, la actriz Anjelica Huston se ha pasado al otro lado de la cámara para dirigir una película, Bastard out of Carolina, que acaba de presentarse en Cannes fuera de concurso. Ella dice que sintió la presencia de su padre mientras rodaba, y que siguió varios de sus consejos, pero su capacidad para ir al grano más bien parece una simple cuestión de herencia: la dureza del planteamiento de Anjelica Huston para denunciar el abuso infantil hizo que Ted Turner, el dueño de la CNN, que financiaba el proyecto para su televisión por cable, rechazase emitir la película.

Anjelica Huston se considera afortunada por haber controlado el proceso de montaje de su primer trabajo como directora. Y precisamente la crudeza con la que presenta un caso de violencia de un padrastro contra su pequeña hijastra, basado en una novela de Dorothy Allison, le ha ocasionado el primer problema. Está claro que su fama de actriz de carácter se extiende a otros aspectos de la vida. Ayer en Cannes, una mujer le dijo que había demostrado más valor que la mayoría de los directores de cine en ejercicio. Ella sonreía desde su cara angulosa."No puedo dar una respuesta sobre la reacción de Ted Turner y Jane Fonda cuando vieron mi película en su maravillosa y bella casa", dice muy educada, pero sin ahorrarse la ironía, a una pregunta sobre si es verdad que Fonda gritaba horrorizada al contemplar las escenas más comprometidas. "Inicialmente me decepcioné", añade acerca de la censura de Turner, "pero ahora le estoy agradecida porque contractualmente yo no tenía ningún derecho y nos ha dejado traer la película a Cannes para poder mostrarla al público".

La frustrada emisión televisiva da paso ahora a una carrera comercial en los cines. Huston quería que quedase bien claro el espantoso drama de los niños maltratados: se ve al hombre pegándole a la niña con un cinturón, abusando sexualmente de ella y violándola. Huston se sirve de planos cortos o indirectos muy sencillos, pero lo que no hace es escurrir el bulto.

"Para mí era importante no pintar las situaciones en blanco y negro", explica la directora, "ni que el personaje de Glen, el padrastro, pareciese sencillamente un monstruo. Quería que fuera insidioso, el vecino del final de la calle, el de la puerta de al lado. Ésa es mi idea sobre este asunto: es un germen, un fango, un cáncer. Un tema muy complejo porque los monstruos no salen así por las buenas del fondo del mar, sino que los hay que tienen la misma pinta que usted o que yo".

Anjelica Huston está acostumbrada a que le pregunten por su padre, con quien actuó en la última película que dirigió antes de morir, Dublineses. "Ser su hija me sigue afectando en la vida diaria, y sentí su presencia cuando estaba trabajando en Bastard out of Carolina", comenta. "Él ha dejado un gran legado, y pude hablar con algunos de sus viejos amigos antes de empezar a dirigir. Uno de ellos me contó el consejo de mi padre a un joven cuando éste le preguntó qué debía hacer al embarcarse en su primera película: '¡Darle a la pelota!".

El otro consejo paterno que tuvo en cuenta fue: "Sigue tu instinto". "Lo he seguido", explica. "Y soy una persona ernocional". Ahora que Anjelica Huston tiene el trabajo hecho, puede detenerse en la intención de su primera película: "Que el público piense en cómo tratamos a los demás, en cómo están siendo educados los niños, en la clase de iniquidades que se producen en muchas casas de todo el mundo".

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