Unos 50.000 trabajadores secundan las huelgas del sector público alemán
Las huelgas de advertencia en los servicios públicos y el transporte se extendieron ayer a 10 Estados federados de Alemania y participaron en ellas unos 50.000 asalariados, para protestar y llamar la atención sobre la renovación del convenio colectivo. En tres sesiones negociadoras celebradas hasta ahora, la Administración federal, de los Estados y municipal, que pretenden congelar los sueldos, no realizaron ninguna propuesta de aumento salarial.Al mismo tiempo, se publicó ayer en Alemania una nueva estimación de ingresos fiscales para este año y el próximo, que pronostica para la Hacienda pública una caída de 21.700 millones de marcos en 1996 (1,8 billones de pesetas) y 66.500 millones de marcos para 1997 (5,5 billones de pesetas) por debajo de anteriores previsiones, que no habían contado con la caída del producto interior bruto (PIB).
El presidente del sindicato de servicios públicos y transporte (OETV), Herbert Mai, calificó de "del todo absurda" la posibilidad de una huelga general en Alemania, porque "ni está en peligro la democracia, ni hay . amenaza de golpe militar". El fantasma de la huelga general flotaba en el ambiente, agitado entre otros por la primera página de los cinco millones de ejemplares del sensacionalista Bild Zeitung, el alimento espiritual de la clase obrera alemana, que ayer titulaba en grandes caracteres: Malvada amenaza. Huelga general
La posibilidad de huelga general había saltado a las páginas de ciertos periódicos debido a interpretaciones torcidas de las palabras de algún dirigente sindical. En un desayuno con periodistas, ayer en Bonn, la primera pregunta a Mai se centró sobre el tema. El sindicalista calificó de "absurda por completo" la posibilidad de una huelga general y aseguró que la expresión no se había pronunciado en las reuniones de la cúpula sindical alemana (DGB).
Por añadidura el programa básico de la DGB prohibe la huelga general, salvo en el caso de que esté en peligro la democracia. Esto no impidió que Mai anunciase un duro enfrentamiento y una ampliación de las huelgas en los próximos días, hasta la próxima ronda negociadora, prevista para el miércoles y jueves de la próxima semana. Mai cuenta ya con que los representantes patronales no hagan una oferta salarial y se tenga que acudir al procedimiento de arbitraje ante la falta de acuerdo.
Roland Issen presidente del Sindicato alemán de empleados (DAG), que cuenta con algo más de medio millón de afiliados pero no pertenece a la Federación Alemana de Sindicatos (DGB), pronostica que las huelgas seguirán en aumento y aventura incluso un verano caliente, que no tendría nada que ver con el meteorológico, porque en Alemania de nuevo funcionan a tope las calefacciones. Estas previsiones de huelgas y verano caliente chocan con las tradicionales posturas obsecuentes de la clase obrera alemana.
Según una estadística difundida ayer por el Instituto de la Economía Alemana de Colonia (IW), próximo a la patronal, sólo los suizos, austriacos y holandeses han realizado menos huelgas que los alemanes en el último cuarto de siglo. La tendencia además va a la baja. En los años 70 se perdieron por término medio en Alemania 52 días al año por cada 1.000 asalariados; en los 80 fueron 28 días y en lo que va de la actual década sólo 21 días. Para comparar, en España se perdieron 696 días por cada 1.000 asalariados por término medio en los últimos 25 años.
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