Ardanza ve en Aznar voluntad para completar el Estatuto vasco, pero pide "hechos".
El lehendakari José Antonio Ardanza se convirtió ayer en el primer político en activo ajeno al Partido Popular que visita La Moncloa, invitado por José María Aznar. La entrevista duró casi cuatro horas. A su término, Ardanza manifestó que tiene la impresión de que el presidente del Gobierno tiene voluntad de cumplir los compromisos asumidos con el PNV para la investidura, aunque se remitió a la prueba de los, hechos para dar por superadas desconfianzas y confrontaciones M pasado. La negociación para el desarrollo del Estatuto de Gernika comenzará el mes próximo.
Una prueba de fuego que se avecina para la solidez del entendimiento entre el PP y el PNV es la ratificación en el Congreso del acuerdo de cooperación entre las comunidades vasca y navarra, cerrado ayer. Los regionalistas de Unión del Pueblo Navarro, partido confederado con el PP, emplazaron ayer mismo a éste para que vote contra el acuerdo en el Congreso de los Diputados, cuya aprobación es necesaria.Ardanza no planteó esta cuestión durante la larga entrevista con Aznar, porque considera que después de haber conseguido la investidura con los votos de los cinco diputados del PNV los populares no torpedearán un acuerdo que el nacionalismo vasco buscaba sin éxito desde hace más de un decenio. Sin embargo, el PP se arriesga a una ruptura en Navarra.
Ardanza se mostró discreto sobre lo tratado en tomo a la pacificación de Euskadi y dijo que lleva años "misionando, evangelizando" sobre la necesidad de evitar polémicas públicas "que no hacen más que ahondar las diferencias". Pero sin haber sido el asunto central de la entrevista con Aznar, según explicó, el presidente del Gobierno le pidió su diagnóstico y él se lo dio.
El lehendakari dio a entender que Aznar ha hecho evolucionar sus posiciones, como el había predicho antes de las elecciones, en las materias que enfrentaron con virulencia a los dos partidos, la reinserción de presos desvinculados de ETA y la posibilidad de un final dialogado para la organización terrorista, previsto en el pacto de Ajuria Enea. "Estaba convencido de que si gobernaban iban a tener que cambiar de discurso", subrayó. "Una cosa es lo que se dice desde la oposición y otra desde el Gobierno".
Durante la entrevista no. se abordó la posición del PNV sobre los GAL y las responsabilidades pendientes, pero Ardanza no quiso eludir la cuestión. Explicó que le gustaría que la petición de los diputados peneuvistas de una nueva comisión de investigación parlamentaria, a la que el PP ya ha anunciado su oposición, no se quedara en una confrontación de posiciones opuestas. El lehendakari cree que puede haber una vía de acuerdo para realizar algún gesto si las formaciones parlamentarias se remiten al documento aprobado por todos los partidos vascos, salvo HB, el pasado enero en el, marco del pacto de Ajuria Enea.
Aquella declaración reconocía comportamientos antidemocráticos de aparatos del Estado a través de los GAL y pedía a los tribunales un esclarecimiento urgente de los hechos. El PNV ya pidió en la pasada legislatura un reconocimiento parlamentario de los errores cometidos desde el poder con. los GAL, para no cerrar el escándalo en falso.
Aznar y Ardanza acordaron, según informó el segundo, poner en marcha vías de negociación para concretar los acuerdos del pacto PP-PNV para la investidura y el compromiso genérico de, desarrollo del Estatuto de Gernika. El pacto contempla de forma expresa una renovación del concierto económico, con mayor autonomía fiscal; capacidad de acción del Gobierno vasco en materia de telecomunicaciones y la transferencia de la formación profesional continua.
Las comisiones de trabajo estarán en marcha el próximo mes de junio y el responsable de la negociación, por, el Gobierno vasco, será el vicelehendakari Juan José lbarretxe. Ardanza insistió en varias ocasiones en que no quiere presionar ni urgir a un Gobierno recién formado, pero subrayó también que la desaparición de viejas desconfianzas se consolidará sólo a medida que esté avalada por hechos.
El lehendakari, que conoce a Aznar desde que éste gobernaba Castilla y León, sólo elevó un poco el tono y borró la sonrisa cuando fue preguntado si el desarrollo completo del Estatuto de Gernika no puede generar agravios comparativos en otras comunidades. Recordó que la base de negociación con el PP es un acuerdo del Parlamento vasco de octubre pasado, adoptado por unanimidad, con el voto de todos los partidos.
Según Ardanza, todos los restantes estatutos "están al borde del l00%" de desarrollo, mientras el vasco, que fue el primero, se encuentra aún muy lejos. "Si encima alguien dice que hay agravio comparativo, estará diciendo que ni el sistema autonómico ni la Constitución sirven para nada", señaló.
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